Vitoria. Con el 2014 ya más que empezado Vitoria se encuentra sin Presupuesto municipal y prácticamente a mitad de camino de verlo aprobado en el Boletín Oficial del Territorio Histórico de Álava, pero eso sí, todo indica que Presupuesto va a haber. Ayer el alcalde, Javier Maroto, explicó que la pasada semana se reunió con el portavoz municipal del PNV, Gorka Urtaran, "para tratar de aproximar posiciones", y al menos el primer edil salió muy optimista de una reunión en la que el PP puso una "voluntad extrema" para llegar al acuerdo.

Maroto afirmó que su expectativa pasa por pactar con los nacionalistas y con nadie más, tal y como ocurrió el año pasado, pero recalcó que el PNV no piensa igual. Los jeltzales han remitido sus enmiendas a las Cuentas del PP a todos los grupos municipales con la esperanza de alcanzar un acuerdo unánime de la Corporación, una circunstancia que Maroto quiso dejar patente para evitar "fricciones y discrepancias" con la formación de Urtaran. El PNV quiere evitar a toda costa que cunda la sensación en la ciudad de que nacionalistas y populares han cocinado el Presupuesto sin tener en cuenta a PSE y EH Bildu, y por ello sus llamamientos al acuerdo total son continuos desde septiembre, y por ello incluso Maroto incide en ese mensaje. Eso sí, al alcalde le parece un objetivo poco "realista", principalmente porque EH Bildu ha pedido la devolución del proyecto presentado por el equipo de gobierno, y el PSE ha presentado enmiendas "inviables" que demuestran "un intento evidente" de los socialistas por "no sumar". A fin de cuentas, el alcalde sólo necesita el apoyo de un grupo, y por lo tanto tratar de entenderse con Lazcoz (PSE) y con Fernández de Pinedo (EH Bildu), aceptarles parte de sus enmiendas y tener que rendirles cuentas a fin de año no deja de ser un esfuerzo estéril para el PP. Así pues, sus esfuerzos se vuelcan en cortejar al PNV.

A pesar de la susceptibilidad jeltzale, tras un primer acuerdo, el del año pasado, que dejó mal sabor de boca entre los nacionalistas, Maroto no se limita a servirse de la alabanza para engrasar la negociación. Ayer afirmó que si el trámite presupuestario va tan retrasado es porque aceptó debatir de forma conjunta ingresos y gastos, como pidió el PNV (y el resto de la oposición), y por ello pidió un gesto de la otra parte. "Yo he demostrado que pongo todo lo que está en mi mano, ahora falta que el grupo nacionalista haga lo mismo", señaló. El PNV explicará lo que va a hacer hoy en rueda de prensa.

Por su parte, los socialistas se quejaban ayer de que la dilatación de la negociación ha dejado al ámbito de la creación de empleo en el Ayuntamiento con una pobre partida de 45.000 euros, lo justo para "pagar las nóminas, la luz y el teléfono", explicó Patxi Lazcoz. Con el nuevo calendario presupuestario, aprobado para dar aire a la negociación, no habrá nuevas Cuentas hasta el 3 de marzo.