vitoria. La incógnita está despejada. Los autobuses que salgan de la nueva estación de la plaza de Euskaltzaindia se dirigirán hacia sus destinos por bulevar de Euskal Herria, junto con el resto de vehículos, y trazarán la rotonda de América Latina antes de enfilar Portal de Foronda en dirección norte. Así lo desveló ayer el alcalde vitoriano, Javier Maroto, durante una visita a las obras de la infraestructura, que se prevé concluya en torno al verano y que para otoño debería estar ya plenamente operativa.

Según Maroto, la decisión de meter los autobuses junto con el resto del tráfico en una zona especialmente propensa a los embotellamientos se ha llevado a cabo siguiendo las peticiones de los vecinos de la zona, que no querían ver alterado el tráfico del interior de una parte del barrio llena de centros escolares. Aunque para entrar a la estación se habilitará un carril específico que, pegado a la derecha evitará la rotonda, en las salidas los autobuses se introducirán en la jungla de asfalto. Según el alcalde, esta medida no empeorará el tráfico en la zona, al menos de forma relevante. "El volumen de tráfico de una estación en una ciudad como Vitoria no supone una afección importante comparada con los vehículos privados, pero haremos todos los esfuerzos para que la afección sea la menor posible", señaló el alcalde. Los autobuses, por otro lado, accederán y saldrán del edificio por la calle Donostia, enfrente del Gobierno Vasco.

En cuanto a las fechas de inauguración de la infraestructura, Maroto prefirió ser precavido y habló, genéricamente, del "otoño", para añadir después que de hecho la apertura no corre prisa habida cuenta de que ya hay una estación plenamente operativa, y que incluso el traslado de las compañías podría ser escalonado.

Por otra parte, aunque las obras en sí van a muy buen ritmo (la semana que viene se termina de instalar la cubierta metálica, en marzo se acristalará el edificio, y en abril se colocará una cubierta central verde), había muchas dudas sobre el modelo de gestión que se va a adoptar. En ese sentido, ayer el alcalde afirmó que los técnicos están preparando los pliegos para la gestión de las dársenas, del aparcamiento y de la cafetería, con el fin de que las tres explotaciones estén adjudicadas antes de que terminen las obras.

Maroto destacó también ayer el hecho de que tres administraciones se juntaran para visitar la obra (junto al alcalde estuvo la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi; y el diputado general, Javier De Andrés ), y destacó, sobre todo, el hecho de que Lakua haya puesto 14 millones para la obra y la Diputación otros 2,5, lo que ha permitido que le salga prácticamente gratis al Ayuntamiento.

Dado pues, que quien paga la infraestructura es principalmente el ejecutivo autónomo, ayer Oregi lanzó un mensaje con la autoridad que otorga ser quien saca la cartera. "Es muy importante que el Ayuntamiento ponga una sensibilidad especial en atender las demandas del vecindario en la medida en que se pueda, y que se minimicen las molestias y ruidos que puedan surgir de la puesta en marcha de esta infraestructura", advirtió la consejera.