pARA el común de los mortales hubiera pasado desapercibido, pero no así para el ojo entrenado de un equipo de arqueólogos profesionales. Nos referimos a los restos del lagar sidrero de entre los siglos XVI y XVII que han aparecido durante las obras de restauración que la familia Usía está abordando en el caserío Goikoetxea de la zona de Isusi, en Llodio. Y es que, tal y como explicó a DNA Sergio Escribano, el arqueólogo, profesor de la UPV y miembro del grupo de investigación en patrimonio construido (GPAC) encargado de esta intervención, "para un arqueólogo es bonito, porque es una estructura curiosa: un agujero cubierto de arcilla, con marcas que nos hablan de maderas desaparecidas que se apoyaban en una viga que era la que soportaba todo el peso de la estructura cuando se movía para exprimir las manzanas".

Habrá que esperar, por tanto, a ver las reconstrucciones ilustrativas del ingenio para hacernos una idea aproximada de su apariencia. Con todo, se trata de un hallazgo "sin parangón a nivel de excavación en Álava, porque ninguno de los lagares que se conocen son anteriores al siglo XVI y aquí estamos hablando de la base de uno anterior al propio caserío, que data de 1739, y que sabemos que fue restaurado en el siglo XIX, cuando se pensó que la tradición sidrera se había perdido en la zona", remarca Escribano, que "por prudencia" y hasta no tener los resultados del carbono 14, fecha los restos "entre el siglo XVI y el XVII".

Convenio con la UPV Lo que sí se puede afirmar es que el de este lagar para la elaboración de sidra no es más que el primero de los muchos secretos del pasado de este paraje laudioarra que se espera salgan a la luz durante los próximos cuatro años, gracias al convenio de colaboración que firmó el pasado mes de junio el Ayuntamiento de Llodio con la UPV. El objetivo es promover estudios e investigaciones sobre el santuario de Santa María del Yermo, Santa Lucía y su entorno, que ayudarán a fomentar el conocimiento y difusión del rico patrimonio histórico, cultural, arquitectónico, geológico, arqueológico, artístico, etnográfico y del medio natural que atesora.

De hecho, el propio Escribano adelanta que la intervención "pura y dura se llevará a cabo a partir de la segunda mitad de 2014", ya que hasta entonces el trabajo se centrará en estudios previos. "Nos gustaría encontrar vestigios anteriores al siglo XV, de cara a atraer gente que visite su patrimonio. De hecho, en Santa María del Yermo ya hay tallas del siglo XII que indican que pudo haber algo anterior. No se va al azar. El sitio esta escogido y todo apunta a que fue importante en su momento, pero a ver cómo va la cosa", remacha Escribano.

No en vano, el santuario de Nuestra Señora del Yermo y su entorno -400 hectáreas de terreno- forman parte de uno de los lugares más mágicos y sorprendentes del municipio de Llodio, ya que no sólo se encuentran en él grandes valores de tipo cultural, histórico y arqueológico, sino también medio ambiental y paisajístico. Sin embargo, se trata de un lugar vulnerable y con peligro cierto de degradarse, por lo que ya en noviembre de 2012 se celebraron unas jornadas de participación ciudadana que tuvieron por objeto generar debate y reflexión vecinal e incluir sus aportaciones al plan especial de protección y conservación de este entorno.

"Cuantificar la intervención integral es imposible, hay cosas desde 3.000 euros hasta un millón; lo que sí consideramos urgente es la ordenación de los usos para evitar tendencias negativas que ya están empezando a desfigurar el entorno", señalaron desde el equipo redactor, al tiempo que el alcalde, Natxo Urkixo, hizo pública la intención municipal de "mover hilos" para conseguir la ayuda necesaria para desenterrar los secretos de este entorno, que se materializó siete meses después en la firma del citado convenio con la Universidad del País Vasco.