¿Qué piensa cuando ve cómo ha cambiado la sociedad en los últimos cinco años?
Me parece que estamos asistiendo a una tragedia, un desmantelamiento del sistema del bienestar que probablemente era ficticio, pero lo que me duele sobre todo es que estamos pagando la gente de renta media y baja toda la crisis, los que no tenemos culpa. ¿Cómo no te vas a meter en una hipoteca, si los alquileres estaban imposibles? Nunca se tenían que haber hecho pisos de VPO, se tenían que haber hecho casas de alquiler bajo, eso habría permitido la movilidad de la gente, ahora no te puedes mover de tu barrio aunque no te guste, aunque el vecino te haga la vida imposible, aunque tengas que ir a trabajar a la otra punta de la ciudad. Estamos atrapados, antes los barrios se elegían, ahora es donde te ha tocado. Y los concursos... era lamentable ver al político de turno en un sorteo, se les tenía que caer la cara de vergüenza, ¡sortear un piso! Era una lotería. Lo que sucede ahora con todos estos recortes, lo que ha pasado en Vitoria con el tema de la solidaridad con otros pueblos es un escándalo, lo es lo que ha hecho el PP y lo que ha hecho anteriormente el PSOE en Madrid. Supongo que Zapatero no hizo lo que le habría gustado, parecía el más izquierdista del PSOE, pero vivimos en un fraude democrático. Aunque saliese Izquierda Unida seguramente tendría las manos atadas, nos tienen agarrados por las pelotas, hay que decirlo así. Aquí mandan Iberdrola, Endesa, Repsol, los bancos, que además están en las grandes empresas. En Ecologistas en Acción pensábamos que con la crisis iban a cambiar las cosas, pero en cuanto salgamos pasará lo mismo, se volverá a dar dinero para seguir construyendo.
¿Entonces no vamos a sacar nada en limpio de todo esto?
Lo único en limpio que vamos a sacar es que las grandes infraestructuras se han parado. Que esa es otra, es un error que los alcaldes se presenten a las elecciones con grandes proyectos, que traten de que vivamos mejor y punto. Una persona me dijo que habría que levantar la Plaza de los Alcaldes. En cuanto salieran elegidos ponerles un monumento, y luego que se dediquen cuatro años a gobernar para nosotros. Que Vitoria esté limpia, que no haya baches en las calles, que la gente esté segura. Esto es una tragedia y un timo, decimos que esto es una democracia pero no es verdad, porque tú votas un programa electoral y al día siguiente de salir te lo cambian. Y no pasa nada. Habría que montar un partido político totalmente xenófobo, seguramente recibirías muchos votos, y al día siguiente dices que era todo mentira. Es un fraude electoral, pero como no pasa nada... y a mí me parece lamentable lo que pasa con el PSOE, no hay una alternativa, está hecho un cromo. Todos sus líderes son iguales, mayores y con barba, aquí no cambia Prieto, no cambia Lazcoz, no cambia Patxi López y siguen perdiendo elecciones. No hay una alternativa en el socialismo, que tampoco ha sido nunca mi partido. Acaban de salir de un congreso y no me he enterado de qué quieren hacer.
Usted lideró las protestas contra la construcción de la estación de autobuses en el parque de Arriaga. Aquello funcionó. ¿Es más fácil hacer cambiar de opinión a los políticos que a esos poderes económicos de los que hablaba antes?
Evidentemente es así. Puedes dar mucha guerra con un proyecto concreto e incluso pararlo, pero las grandes políticas, las que marcan la línea a seguir, no son tan fáciles de cambiar. Lo más difícil probablemente sean los desahucios, aunque a Kutxabank y la Laboral seguramente se les puede hacer mucha presión, decirles que nos vamos a la banca ética. Tenemos que seguir presionando, aunque hay una cierta desmotivación, da la sensación de que nos hagan lo que nos hagan vamos a tragar. Me duele porque no podemos perder el sentido crítico y de lucha a todos los niveles, y en la calle tiene que seguir porque si no nos comen. En Álava la presión puede hacer mucho, una manifestación, la recogida de miles de firmas, ir al Pleno municipal, que esa es otra, porque aquí basta que el alcalde diga A para que los demás digan B, algo lamentable, los personalismos pueden más que el pensar en los ciudadanos. En cualquier caso, en Arriaga hubo un resultado positivo, en Garoña pensábamos que también, ya sólo faltaba disolver la plataforma del fracking. La de Garoña se ha disuelto pero seguramente tendrá que volver, y la del fracking probablemente seguirá para largo.
A lo mejor el poder del ciudadano es más como consumidor que como votante.
En Europa hay organizaciones de consumidores que tiene mucho más poder que los grupos ecologistas, porque consumidores somos todos. Gasteizko Bizikleteroak, nacida para un propósito concreto, y con más socios que Ekologistak Martxan, sale todos lunes en los medios, y a nadie se le ocurre hacer nada en el tema de la bici sin contar con ellos. Algo parecido se podría hacer con los consumidores.
Parece que ahora contamos con una herramienta de presión ciudadana de la que hace veinte años carecíamos: Internet.
Nosotros tenemos reuniones cada quince días con gente de Madrid, de Murcia, de Sevilla, nos reunimos por Skype de forma perfectamente estructurada. Te da unas posibilidades bestiales, y luego está el poder organizar una manifestación, ahora que todavía se puede, en nada, simplemente a través del teléfono móvil. Si la gente estuviera más motivada... el problema es que llegan mil cosas y la gente se satura.
¿Se imagina la Llanada llena de camiones cargados de gas natural y a los alaveses encendiendo montecristos con billetes de cincuenta?
Lo de los camiones me lo puedo imaginar, pero el problema del fracking, que no tienen los parques eólicos, es que no supone un recurso económico para las juntas administrativas del territorio, las dueñas del monte. Aquí tú coges la parcela de alguien, le das dinero y punto, igual el ayuntamiento saca algo de dinero por el IAE, pero la junta no, porque probablemente serán fincas privadas. No creo que nadie se atreva a apostar por el fracking porque aunque no haya ningún impacto en el acuífero, aunque no haya fugas, no son cien pozos en Euskadi, es cambiar totalmente la Llanada Alavesa tal y como la conocemos. Hablamos de que haya una torre aquí, otra a tres kilómetros, otra a tres kilómetros, todas unida por pistas.