vitoria. La posibilidad de establecer cupos de mujeres en la OPE, o de rebajar la exigencia de las pruebas físicas para dar más cabida a las féminas en el servicio ha levantado ampollas tanto entre los interinos -e interinas- como entre quienes opositan por su cuenta. Jon lo tiene claro. "Eduardo -Delgado- fue muy valiente al criticar que el Ayuntamiento quiera imponer esto, es un gesto político y totalmente innecesario", asegura. Este opositor cree que el riesgo de ser malinterpretados es muy alto, y por ello valora el paso adelante del cabo vitoriano cuando "los sindicatos a día de hoy no dicen nada sobe este tema o se posicionan a favor, porque si vas en contra de eso parece que vas en contra de las mujeres".
Jon cree que "debe haber más mujeres en puestos directivos, políticos y de poder, pero como no pueden o no quieren hacerlo quieren engañarnos con gestos como éstos", en un ámbito en el que, sencillamente hay muy poca demanda de puestos por parte de las chicas. "Queda muy bonito -explica- ser el primer alcalde que pone un cupo para esto, pero yo conozco chicas que trabajan de interinas en Bilbao que ni quieren esto ni lo necesitan".
Esa rebaja de los filtros físicos para facilitar el acceso de las mujeres al cuerpo tiene su reflejo en la probable desaparición de la prueba de la cuerda. En COBE están totalmente en contra. "Si no incluimos este ejercicio estamos premiando la falta de preparación. Una mujer -prosigue-, y esto lo dicen técnicos de IVEF que preparan las bases de la OPE, puede subir la cuerda igual que un hombre, y de hecho la relación fuerza-peso es mayor en la mujer".
Iker coincide con Jon en este punto. "Aquí está Aintzane, que ha hecho esa prueba, pero como generaba controversia la quieren quitar y meter una de dominadas -flexiones de barra- con un número ridículo, todo para justificar que las mujeres pasan por las mismas pruebas que los hombres". Aintzane, en ese sentido, recuerda que los técnicos de Igualdad "no se han pasado por el parque, no han visto cómo se trabaja ni qué herramientas hay". En opinión de esta opositora, "tiene que haber un mínimo igual para todos porque la herramienta es igual para todos; lo que pasa es que hay que esforzarse, lo mismo que mis compañeros chicos, que se están rompiendo los cuernos a entrenar".
Aintzane entiende que lo que hay que hacer para nutrir de mujeres los cuerpos de bomberos es más bien "trabajar con la gente joven, de 15 o 16 años, trabajar la orientación laboral", y de esa forma conseguir que "en vez de diez mujeres se presenten cien".
Iker cree que todo pasa porque la decisión con respecto a este tema sea "práctica y coherente, y no política. Es verdad -explica- que históricamente parece un trabajo ligado al machote, pero realmente no es así, Aintzane lleva más años que yo trabajando y nadie la cuestiona".