Vitoria. El PNV advierte de que el proyecto de ordenanza municipal para locutorios que el equipo de gobierno de Javier Maroto presenta hoy en la comisión de Medio Ambiente contraviene la ley, tal y como está redactado. Concretamente, vulnera la Ley 17/2009 sobre el libre acceso a las actividades y servicios, un texto basado en directivas europeas que, especialmente en sus artículos 1 y 11, garantiza la libertad de establecimiento, evita la introducción de restricciones al funcionamiento del mercado de servicios y prohíbe tratos discriminatorios.

"Además de introducir una polémica peligrosa en una cuestión muy sensible, vinculando nuevamente el fraude a la inmigración, el alcalde no tiene problema en presentar un texto que choca directamente con la ley en aspectos concretos. El PP está fijando una distancia entre establecimientos desproporcionada y discriminatoria" -apunta Blanca Guinea-. En su opinión, quiere también prohibir actividades compatibles con la de locutorio sin ningún fundamento. Establecer medidas sancionadoras más fuertes que las que afectan a actividades similares, sin olvidar que "mantener transparente un porcentaje de la fachada es sencillamente delirante". Considera el grupo jeltzale que la ordenanza de locutorios es una norma planteada contra una actividad y un colectivo concretos, no para garantizar derechos. "Estamos a favor de una ordenanza, pero en ella se tienen que garantizar los derechos y deberes de los comerciantes y de la ciudadanía en igualdad de condiciones", indica Guinea.

El borrador que hoy da a conocer el ejecutivo del PP trata de evitar la apertura de nuevos locutorios y pone condiciones a los ya existentes. La razón de este ofensiva no es otra -dice el alcalde- que atajar las denuncias procedentes de otros comerciantes y los incumplimientos que el propio Ayuntamiento ha detectado en las inspecciones realizadas: ruidos, venta de mercancías no autorizados, actividades ilícitas etc.

La nueva normativa que los locutorios tendrán que acatar es, por tanto, rigurosa, hasta el punto de que obliga al comerciante a tener el escaparate despejado de elementos que impidan ver lo que pasa dentro. En Vitoria hay registrados 47 locutorios. Hasta ahora, la apertura de más locutorios estaba únicamente vetada en el Casco Viejo. Para evitar que se extiendan por el resto de barrios, la principal herramienta a utilizar va a ser la prohibición de que haya dos establecimientos de este tipo en un radio de 600 metros, una distancia que en una ciudad que de Ibaiondo a El Batán no pasa de los tres kilómetros de largo se antoja decisiva a la hora de frenar su proliferación. Hay, además, otras medidas. Así, la superficie mínima para abrir un locutorio será de 60 metros cuadrados, se deberán reservar 20 para habilitarlos como zona de espera, y se regulará el aislamiento de los establecimientos. Las multas para quien incumpla esta ordenanza oscilarán entre los 750 y los 3.000 euros.

Igualdad en el trato Para el PNV, en cambio, cualquier intento de establecer una regulación sobre la actividad comercial tiene que partir de dos bases: primero, la igualdad en el trato, tanto en derechos como en obligaciones y, segundo, la libertad de comercio. "Todo lo contrario de lo que se ha hecho aquí, donde se han usado dos varas de medir para el comercio gasteiztarra y donde se actúa contra artículos concretos de una ley superior e incluso de directivas europeas", añade Guinea.

"Defendemos que cualquier medida o regulación que se quiera adoptar debe realizarse en igualdad de condiciones con el resto del comercio e igualdad de condiciones de servicio a la clientela. Una cosa es garantizar las medidas de seguridad de un local o velar por que respete la regulación comercial y otra muy diferente diseñar una ordenanza pensada para que no se abra un locutorio más y los que ahora existen lo tengan cada vez más difícil por el mero hecho de que no le gustan al Partido Popular", afirma la edil nacionalista.