AMURRIO. La A-625, en el tramo de 20 kilómetros que separa Llodio de Orduña, se ha convertido en uno de los principales puntos negros de la red viaria alavesa, con un balance de doce personas muertas desde 2008 -tres de ellas en el último mes y en el mismo punto- que ha hecho que se alcen voces pidiendo una intervención urgente. Tras la ola de siniestros de 2010 se reforzó la señalización, pero es evidente que los accidentes y fallecidos no son sólo producto del exceso de velocidad. El presidente del club ciclista de Amurrio, Alfredo Cerrillo, gran conocedor del estado de las redes viarias ayalesas como bicicletero y conductor, lo tiene claro: "Se trata de una carretera mal planteada desde su creación".

Si tuviera que definir en una palabra a la carretera A-625 ¿cuál sería?

El calvario. Solo hay que ponerse a contar los ramos de flores que adornan las cunetas desde que sales de Orduña hasta que entras en Llodio. Si pasas en coche igual no te das tanta cuenta, pero en bicicleta estos detalles no pasan desapercibidos. De todas formas yo sí haría matizaciones por tramos, no es lo mismo el de Llodio a Amurrio, con Luiaondo en el medio, que es el principal caballo de batalla para los ciclistas y de reciente construcción por así decirlo, que el de Saratxo a Orduña, que esta pendiente de abordar.

¿A qué cree que se debe la siniestralidad entre Llodio y Amurrio?

A que se trata de un tramo mal planteado desde el principio y de intenso tráfico. En el mismo punto de los dos accidentes mortales registrados en el último mes, ya hubo otro hace unos años en el que murió una chica de Orduña. Es cierto que la gente lleva más velocidad de la que debería porque no es una autopista, las señales indican un máximo de 70, pero que coincidan tantos siniestros en un mismo punto no es normal, y la visibilidad no es el problema.

¿Cuál es y cómo se solucionaría?

El problema está en el peralte que no es suficiente, se te va el coche sin darte cuenta, y con agua se acrecienta el peligro, te quedas cruzado y la fatalidad te hace dar al que viene paralelo a ti o de frente. La solución estaría en reformar el piso con un pavimento más rugoso, de más agarre, y en un aumento de la peraltación en curvas. De todas formas, no es el único punto negro de ese tramo. También en una de las últimas curvas de entrada a Llodio, la que desemboca en la zona de los bomberos y la Ertzaintza, no es la primera vez que vuelca un coche o incluso camiones. Y en el tramo de Luiaondo hay un radar fijo, pero lleva calcinado desde 2011. Pocos son los ciclistas que se atreven a ir por arriba, porque el arcén es pequeñísimo, no sé si llegará a una anchura de 70 centímetros, así que atravesamos la carretera, aunque sea dirección prohibida, para acceder a la carretera vieja.

Ciclistas del Valle de Ayala realizaron en 2010 una concentración en la circunvalación de Luiaondo en protesta por los atropellos mortales a tres compañeros. ¿Han recibido respuesta a sus demandas?

No nos han contestado. Se realizó un refuerzo de la señalización, indicando que se trata de una zona con límite de velocidad a 70 kilómetros por hora, y se colocó el radar que he comentado, aunque no funciona desde 2011. Por lo que respecta a nuestra petición para que se construyera un túnel a la altura de la zona de Venta, en el límite de Llodio y Luiaondo, a fin de que los ciclistas pudiéramos cruzar a la antigua carretera, hoy travesía, evitando así las situaciones de peligro que se generan a diario en la zona, no nos han respondido, aunque era algo que ya nos esperábamos dada la situación económica.

Pero cruzar una autovía en dirección prohibida también es jugarse la vida. ¿Por qué no utilizan el Paseo Lineal del Nervión?

El corredor paralelo al río no vale para la práctica del ciclismo, es un proyecto maravilloso para caminar o incluso para familias que van con sus hijos a dar un paseo en bici, como modo de iniciación. Si nos metemos nosotros ahí no hacemos más que entorpecer al que practica senderismo que son muchísimos, nos mirarían hasta mal y con razón. Esa ruta, supuestamente ciclable, no tiene nada que ver con las que existen en centro Europa. Para bicis es un sinsentido, aparte de una obra carísima.

Vayamos al tramo de Amurrio a Orduña de la A-625. ¿Qué opina?

Creo que los accidentes registrados no se pueden achacar a excesos de velocidad o similar. Simple y llanamente, lo que ocurre es que el tramo de Saratxo a Orduña es una carretera de cuando se andaba con el carro y el burro. No es para coches. Todo el mundo esta de acuerdo en que hay que arreglarlo, en lo que ya no se está tan de acuerdo es en el cómo. El proyecto que tiene ahora entre manos la Diputación habla de una carretera para mucho tiempo que, a muchos, nos parece una aberración por la extrema expropiación de terreno y un trazado no conveniente. Estamos hablando de un acceso a Orduña, no a Nueva York.

El propio Ayuntamiento de Amurrio ha presentado un recurso a este proyecto foral. ¿Cómo mejoraría usted este tramo?

Con algo mucho más sencillo, una reforma integral del actual trazado, dotándolo de un buen pavimento y de arcenes en condiciones para bicicletas, así como de un desdoblamiento con carriles lentos en las dos subidas de Saratxo: la del cementerio y la que viene de la Venta. En la subida del cementerio a la izquierda hay terreno suficiente para ampliar, porque hablamos de campas. Ya sabemos que nunca llueve al gusto de todos, porque siempre estos proyectos afectan a las tierras y propiedades de alguien, pero creo que una solución sencilla sería bien recibida por la mayoría.

Para terminar, ¿qué opina de la red secundaria ayalesa?

Es un desastre. Las secundarias -salvo raras excepciones- están olvidadas. La entrada vieja a Gardea en Llodio está llena de baches. Y la entrada a Quejana es un camino de carros por el que la gente se pierde. Parece mentira que conduzca al conjunto artístico monumental que es la fortaleza de los Ayala, y al famoso hotel-restaurante de Los Arcos de Quejana. Tanto que queremos atraer turismo y luego tenemos accesos tercermundistas. No lo entiendo.