cuando las asociaciones de vecinos de Lakua-Arriaga conocieron el proyecto de la asociación Euskharan Kultur Elkartea, que pasa por ofrecer clases y práctica de la lengua vasca a niños, personas mayores y adultos, una iniciativa que ya funciona con notable éxito en el centro Amaia de Aranbizkarra y en el barrio de San Martín, quisieron sumarse inmediatamente.
Así pues, Euskharan solicitó al Ayuntamiento que les cediera los barracones del antiguo centro de salud de Lakua-Arriaga, pero obtuvo la callada por respuesta. Sólo a través de la oposición supieron que allí se iba a instalar el centro de mayores del barrio, pero en cualquier caso decidieron seguir adelante con su proyecto. El pasado 5 de octubre, primer día del curso, se juntaron en la puerta 86 chavales con sus madres y padres aún sin el permiso municipal, y por ello, como solución de urgencia, Euskharan Kultur Elkartea pidió al párroco de la cercana iglesia de Todos los Santos que les cediera sus instalaciones. Allí se juntaron todos los niños para pasar unas horas disfrutando de la lengua vasca. La experiencia debió ser de lo más agradable y fructífera, pues a la siguiente cita, el 19 de octubre, se presentaron 106 menores acompañados por sus progenitores. La iglesia estaba a rebosar.
Vista la situación, Euskharan Kultur Elkartea compareció ayer ante la comisión de Hacienda para pedir que, "aunque sea en precario", los niños puedan seguir practicando el euskera en el antiguo ambulatorio, pese a que en un futuro tengan que compartirlo con los mayores del barrio, una circunstancia que, lejos de ser un problema, para el portavoz del colectivo, Guillermo Perea, supone una apuesta por la "integración" que además ya se da en otros lugares. "Sólo queremos que nos enchufen la luz, el local está en perfectas condiciones", señalaba Perea a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA tras salir del Consistorio con una negativa bajo el brazo.
En Lakua-Arriaga la iniciativa es especialmente interesante, por cuanto justo al lado del antiguo centro de salud están los centros Padre Orbiso y Toki Eder, y en el entorno cercano se encuentran las ikastolas Barrutia y Toki Eder. De hecho, señaló Perea, los propios centros solicitaron que el proyecto, que también cuenta con el aval del Gobierno Vasco, calase en el barrio vitoriano.
Sin embargo, según el concejal de Hacienda, Manu Uriarte, los usos como centro de mayores y como escuela informal de euskera "no son compatibles". además, calificó de "irresponsable" dejar entrar a los niños a los barracones, ya que al parecer existe un informe de los Bomberos que desaconseja su uso. "Es nuestra responsabilidad", advirtió el edil del PP. Perea está convencido de que ese informe de los Bomberos que desaconseja el uso del edificio sin un acondicionamiento previo no existe, pues el pasado 15 de marzo -explica- el propio Uriarte firmó con Osakidetza el protocolo de cesión del edificio al Ayuntamiento, y en el mismo se destacaba que estaba en perfectas condiciones.