vitoria. Desde que el lehendakari López anunció en octubre de 2011 que bajo el subsuelo alavés se escondía una formación rocosa con gas para 60 años, todo el movimiento contrario al fracking que surgió deprisa y corriendo, y que conforman movimientos ecologistas, vecinos del entorno rural, agricultores y alcaldes, centró su oposición en los proyectos públicos y anunciados por el Gobierno Vasco. Sin embargo, las propuestas de la Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa) no son las únicas que contemplan la aplicación de la fractura hidráulica en Euskadi.

Frontera Energy cuenta desde septiembre de 2011 con una licencia para buscar hidrocarburos en la zona de Trebiño y Berantevilla, en una superficie total de casi 38.000 hectáreas denominada Libra. Se trata de un permiso al uso, exclusivo de la iniciativa privada, y por tanto más opaco que los liderados por Shesa, sometidos en mayor o menor grado al escrutinio público por cuanto, como se ve, deben figurar en las Cuentas de las administraciones.

En los dos primeros años de vigencia del permiso -cuya duración total es de seis años- Frontera Energy ha recopilado información sísmica de la zona, ha modelado los pozos para fracturar la roca y ha realizado un borrador de la ubicación de un sondeo exploratorio.

Para el tercer y cuarto año se prevén nuevas campañas sísmicas y la interpretación de la información recopilada del subsuelo, así como la recogida de muestras del substrato que se quiere explotar en las zonas más cercanas a la superficie para someterlas a análisis químicos, y a partir de ahí analizar si es viable técnica y económicamente excavar un pozo exploratorio. Si las perspectivas económicas son buenas, se realizaría el Estudio de Impacto Ambiental del sondeo. El quinto y sexto año se dedicarían a realizar un sondeo exploratorio no inferior a los 2.000 metros de profundidad y a testar la calidad cantidad del gas extraído.

Idéntico recorrido tiene el permiso Géminis, que abarca la costa vizcaína desde Getxo hasta Urdaibai. La licencia fue solicitada en la mismas fechas que Libra y también por Frontera Energy, filial de San Leon Energy, autora del informe en el que se basa la EIA para descartar Enara como un yacimiento rentable.