Vitoria

La nueva docencia se abre paso entre muros del siglo XIX. El Centro de Innovación Urkide lleva seis años ya cocinando proyectos de investigación y desarrollo para dar respuesta a todos esos obstáculos surgidos en el proceso de la enseñanza que frustran a los profesores, hacen sufrir al alumnado y afectan a sus familias. Las aulas del centro vitoriano son el laboratorio de esta cooperativa de trabajo social. El mundo, una meta que va conquistando. Educadores de toda España y cada vez más de Latinoamérica han participado en sus iniciativas. La última, una herramienta de apoyo a las dificultades en el aprendizaje similar a la que ya funciona con gran éxito para Primaria pero destinada a la Educación Secundaria. Se llama HADA ESO y es un curso on-line dirigido a los maestros que les enseña a hacer frente a los escollos más comunes en el día a día de las clases, desde el conocido trastorno de déficit de atención hasta los que derivan de las condiciones personales de los adolescentes. El objetivo, paliar el fracaso escolar, una epidemia significativa en el Estado que en Urkide, sin embargo, sólo afecta al 2% del alumnado. Algo se está haciendo bien.

Dentro de clase pueden detectarse muy distintas dificultades, pero 22 son las más comunes en Secundaria. Las diagnosticadas están formadas por el trastorno del déficit de atención, el trastorno específico del lenguaje, la dislexia, la disortografía, la discalculia, la capacidad cognitiva límite, problemas en la memoria de trabajo y en la velocidad de procesamiento. Un segundo apartado incluye las llamadas dificultades específicas del aprendizaje, concretamente en las habilidades atencionales, la lectoescritura, el razonamiento lógico y en las técnicas de estudio. De vez en cuando aparecen conflictos porque las altas capacidades intelectuales de algunos estudiantes no son atendidas, lo que deriva en desmotivación y fracaso. También están los problemas por una incorporación tardía al sistema educativo, cada vez más habituales por la progresiva incorporación de inmigrantes a las aulas. Y, por último, destacan aquellos que derivan de la situación personal del alumno, ya sea por conflictos familiares, falta de habilidades sociales, consumo de drogas, acoso escolar, trastornos de la conducta alimentaria o bloqueo emocional.

El proyecto HADA ESO del Centro de Innovación trabaja todas esas dificultades a partir de cinco bloques compuestos por 22 temas. La secuencia siempre es la misma: descripción-detección-intervención-recursos. "Se explica al profesor el problema, se le dan pautas para actuar y se ofrecen las técnicas que puede utilizar. Además, los contenidos también se sustentan en casos reales de docentes, que explican a lo que se enfrentaron y cómo lo hicieron", matiza Amagoia Garayo, una de las tutoras. Según dice, "todo está hecho por y para el profesor, plasmado en la realidad del aula". Lo más importante es que esa impresión es compartida por los 23 docentes de Urkide, San Prudencio y Olabide que están participando ahora mismo en la experiencia piloto previa a la puesta en marcha oficial del taller. Félix Sáenz de Ugarte y Andoni Iñigo, maestros de las antiguas Ursulinas, cuentan que en una clase de 25 alumnos es habitual que "cinco o seis presenten problemas de aprendizaje", por lo que una formación como la que están recibiendo ayuda al educador "a entender qué hay detrás" de ciertas conductas y a intentar ponerles solución.

Ambos saben de lo que hablan, porque hace décadas que visten la bata de profesor y hace seis años que abordaron el curso HADA Primaria. "Sin esa ayuda, ves a los alumnos problemáticos como bultos sospechosos, no sabes muy bien qué hay detrás ni cómo actuar", alerta Andoni. Félix le da la razón y explica cómo al ir abordando los contenidos "vas poniendo rostros, nombres y apellidos". "A veces", continúa este maestro, "te lamentas, porque reconoces en lo que estás leyendo a antiguos estudiantes a los que no pudiste atender de la mejor manera posible". El proyecto desarrollado por el Centro de Innovación Urkide aporta tranquilidad a los educadores, "ya que al fin tienes un lugar donde encontrar la información necesaria y ves que tienes los recursos para abordar los distintos problemas de aprendizaje, que puedes dar a cada alumno lo que necesita". El curso regala las claves para facilitar la labor educativa y, cuando concluye, el respaldo a los docentes continúa. Según explica Amagoia, "lo que queda es una biblioteca digital de consulta que permite hacer búsquedas tanto a través de palabras clave como seleccionando dentro de la lista de dificultades".

La nueva herramienta de Urkide no es online por casualidad. "La idea era darles todas las facilidades para que puedan hacerlo en cualquier momento, cuando puedan", subraya la directora del Centro de Innovación, Isabel Ordañanos, a sabiendas del acierto de esta decisión. "Yo le dedico las tardes de los lunes", cuenta Andoni. "Yo los fines de semana y algún rato por la tarde", desvela Félix. Ambos, en cualquier caso, insisten en que tanto este curso como el que ya recibieron para Primaria "es la bomba y debería impartirse en Magisterio". "De hecho, ya hemos empezado a hablar con la UPV para que lo incluyan en los másteres, porque es realmente útil", desvela la líder del laboratorio educativo. Su objetivo siempre ha traspasado las barreras del colegio, a través de una "labor divulgativa destinada a toda la comunidad educativa". Una meta que los números corroboran. Sólo el proyecto HADA Primaria, desde su puesta en marcha allá por 2007, ha formado a más de 5.200 profesores de 450 centros de toda España.

El Centro de Innovación está muy satisfecho por su balance, pero todavía ambiciona más. Por eso, ya está inmerso "en un proceso de internacionalización" para dar a conocer estos y otros de sus productos más lejos. "En mayo estuvimos en Chile, Argentina y Uruguay, y en noviembre va a estar una becaria trabajando seis meses en Uruguay", explica Isabel. La responsable de proyectos, Malen Lería, atribuye ese interés llegado del otro lado del océano a "la utilidad demostrada" en la primera herramienta que desarrollaron para paliar el fracaso escolar. Además del acceso a una formación sencilla y necesaria, ella también aplaude cómo el HADA ayuda a los equipos docentes de cada colegio a entenderse mediante el desarrollo de "un lenguaje común y una forma de actuación coordinada". "Y esto es especialmente importante en Secundaria, ya que por una misma aula pasan distintos profesores", alerta.

Quienes bregan día a día con los chavales dan fe. "Entiendes más a los alumnos y nos entendemos más entre nosotros", resume Andoni. Todo un balón de oxígeno en esta época en la que los profesores se sienten especialmente presionados. "No creo que ahora haya más dificultades de aprendizaje que antes, pero se nos carga con todo. Educación vial, educación sexual, educación de la salud... Como si fuera responsabilidad única de los docentes", lamenta Félix. Al mismo tiempo, por desgracia, su figura no "es tan reconocida como antes". Y eso que los centros educativos apuestan ahora por proyectos de innovación que él y su compañero "jamás" hubieran imaginado cuando subieron por primera vez a la tarima. "Sí, se nos exige mucho más", reconoce la directora del Centro de Innovación, "pero también hay una autoexigencia muy grande". La suya, de hecho, se entiende en clave de "mejora continua". Hasta la última herramienta está sometida a posibles ampliaciones y modificaciones, según vayan surgiendo nuevas pautas de actuación o los profesores incorporen sus propias experiencias. La docencia se reinventa pegada a la realidad de las aulas.