Todo estaba listo para que una nueva familia fuese desahuciada ayer en Gasteiz, pero afortunadamente el proceso quedó paralizado -que no suspendido- en el último momento. Se trata de un matrimonio con cuatro hijos menores a su cargo que arrastraba una deuda superior a los 3.200 euros con Alokabide pero que, finalmente, ha logrado un pequeño balón de oxígeno tras devolver parte de ese montante económico. En concreto, algo menos de la mitad, 1.500 euros, a los que ha añadido otros 300 correspondientes a la cuota del alquiler del mes de octubre.

Los afectados realizaron el desembolso en los juzgados de la capital alavesa la semana pasada con la esperanza de que el servicio público de alquiler de vivienda les concediese algo más de tiempo. A pesar del silencio inicial de Alokabide, y tras la presión ejercida por colectivos como Kaleratzeak Stop Araba o SOS Racismo, la sociedad pública ha aceptado abrir un plazo de negociación para saldar la deuda y, en consecuencia, aplazar el desahucio de esta familia. La concentración de protesta prevista para ayer ante la sede de Alokabide en Gasteiz para denunciar este caso fue paralizada in extremis, a la vista del viraje de los acontecimientos.

La plataforma antidesahucios celebró la paralización de esta nueva tragedia familiar, pero evitó echar las campanas al vuelo. No hay que olvidar que los dos adultos de la familia se encuentran sin trabajo y tampoco cobran prestación por desempleo. Sólo con la RGI deben hacer frente al pago del alquiler y a la deuda, por lo que su situación económica sigue siendo "muy crítica". "Ahora habrá qué ver cómo transcurre la negociación y qué facilidades les dan", advierte Consuelo Crespo, portavoz de Kaleratzeak Stop Araba.

Uno de los principales caballos de batalla a los que se enfrenta el colectivo antidesahucios es, precisamente, tratar de convencer a Alokabide de que debería actualizar las cuotas de alquiler que cobra a las familias que viven en sus pisos a la situación económica que atraviesen en la actualidad. Según denuncia Kaleratzeak Stop Araba, Alokabide calcula las cuotas de alquiler en función de lo declarado por los inquilinos en el IRPF del año anterior, por lo que se suceden los casos de personas que suman ya varios meses en el paro y son incapaces de asumir sus pagos.

Es el caso, por ejemplo, de un joven que suma cinco años viviendo de alquiler en un piso de Alokabide y que ahora se enfrenta al desahucio al no poder hacer frente a sus cuotas, según advierte Kaleratzeak Stop. El afectado sigue pagando un alquiler que fue calculado en función de sus ingresos declarados en 2010, cuando hace ya un tiempo que se encuentra en situación de desempleo.

Otra familia que reside en un piso de Alokabide y espera a ser desahuciada, dos mujeres -madre e hija- y los dos nietos de la primera, también aguarda acontecimientos tras haber solicitado la justicia gratuita al Gobierno Vasco, un proceso que suele paralizar los desahucios durante el plazo de un mes.

Ambas en paro y con unos ingresos de apenas 200 euros mensuales, desde hace alrededor de dos años no pueden afrontar el pago del alquiler y de los recibos si quieren llevarse algo de comida a la boca. En principio el lanzamiento estaba previsto para hoy. En una situación similar se encuentran otras dos mujeres con hijos a su cargo y en situación de desempleo que, tras haber roto con sus parejas y dejar éstas de abonar las cuotas de la hipoteca, se han visto contra la espada y la pared. Ambas han solicitado también la justicia gratuita, por lo que de momento han logrado aplazar sus desahucios.