vitoria. Si la destitución del gerente de Tuvisa por parte del Consejo de Administración de la sociedad pública, la semana pasada, pilló con el pie cambiado a los vitorianos y a los propios trabajadores, lo ocurrido ayer en la cúspide de la empresa municipal de transportes de Gasteiz no se lo esperaban ni sus propios protagonistas.

Miguel Ibarrondo, segundo de a bordo del defenestrado Javier Latorre y supuesto gerente provisional de la sociedad, tomó la palabra ante los consejeros para renunciar al cargo alegando motivos familiares.

Ante una variable que no se había previsto, se generó un desconcierto tal que la vicepresidenta de la empresa -y presidenta en funciones, pues el cargo de máximo responsable está vacante- dijo que sin gerente no estaba dispuesta a asumir el mando.

Marian Castellanos se echaba a un lado junto a Ibarrondo, y ninguno de los consejeros del PP en Tuvisa se mostró dispuesto a sustituirla. Así pues, los otros grupos consensuaron que la presidencia recayera en Borja Belandia, del PNV; y la vicepresidencia en David Pina, de EH Bildu; nombramientos provisionales cuya única motivación es evitar la parálisis en la sociedad. Sin un presidente con capacidad de firma, las nóminas de los trabajadores no se pueden pagar, ni se puede delegar la representación en un juicio que hay esta misma semana.

Ahora, el nuevo consejo debe acometer con urgencia la tarea de buscar un sustituto a Latorre, una premura que de haber aceptado el puesto de forma interina Ibarrondo no se habría producido.

El consejo de administración destituyó el pasado jueves a Latorre porque aplicó la última reforma laboral a los trabajadores de Tuvisa, pese a que había una orden expresa de los consejeros de prorrogar el convenio. PNV, EH Bildu y PSE unieron sus votos para acabar con dos décadas gestión de Latorre en las que la desobediencia al consejo fue habitual, hasta el punto de generar mucho malestar en los partidos del Ayuntamiento.

Desde el PNV se afirmaba ayer que el trabajo de Belandia en la presidencia será lo más breve posible, y que se limitará a evitar el colapso de la sociedad. "No se trata de hacerse con el control de la empresa, en detrimento del Partido Popular, sino de evitar el colapso de la misma y garantizar que las obligaciones inmediatas de la empresa, tanto de orden interno como externo, se cumplen dentro de los plazos normales. Reitero que las decisiones tomadas esta tarde han sido un verdadero ejercicio de responsabilidad ante el intento del Partido Popular de colapsar el funcionamiento de la sociedad", señaló Belandia.