vitoria. La Policía Nacional ha desarticulado una organización integrada por georgianos, responsable de más de treinta robos en viviendas de Vitoria, Zaragoza, Soria, Huesca, Bilbao y Barcelona. Hasta el momento han sido detenidas once personas y la operación continúa abierta. Una noticia que no puede pillar por sorpresa en Gasteiz, ya que el pasado mes de septiembre la Audiencia Provincial de Álava acogió un juicio contra dos individuos de los que se sospechaba que pertenecían a una banda de esa misma nacionalidad acusados de asaltar varias viviendas.

La organización desarticulada por la Policía Nacional es responsable de al menos 34 robos en viviendas. Se componía de varias células muy activas e integradas por verdaderos expertos en este tipo delictivo. Para llevar a cabo los asaltos contaban con información de los domicilios proporcionada previamente por empleadas domésticas, así como con la colaboración de un experto en la fabricación artesanal de ganzúas y llaves falsas para facilitar la entrada ilegal.

La detención en La Rioja de tres individuos georgianos por el robo de nueve viviendas en Zaragoza hizo sospechar a los investigadores que los arrestados podrían formar parte de un grupo organizado mayor. El perfil de los detenidos, junto al resto de información analizada durante la investigación posterior, señalaba a éstos como una célula itinerante integrada en una organización más compleja y con alta especialización en este tipo de delitos, ya que efectuaban un estudio previo del lugar que iban a asaltar y contaban con útiles diseñados para lograrlo. Joyas, vehículos, móviles, ordenadores, cámaras de fotografía y vídeo... En sus fechorías se llevaban de todo.

La Policía logró localizar a otros dos integrantes del grupo organizado que componían otra célula, que fueron sorprendidos en el mismo momento en que cometían un robo en un domicilio de Zaragoza. Posteriormente, se descubrió su implicación en otros nueve robos en viviendas cometidos tanto en Barcelona como en Zaragoza. Así, las nuevas informaciones apuntaban a la vinculación de ambas células entre sí y, a su vez, con otros miembros de la misma organización asentados en Barcelona, donde también se encontraría el líder del grupo criminal.

Una vez que los miembros de las dos células desactivadas se encontraban ya en prisión, se pudo constatar que el cabecilla y hermano de uno de los detenidos en Zaragoza- daba soporte económico a los miembros de la organización encarcelados, recaudando para ello dinero de otras células que actuaban en Barcelona. Esto permitió detener a otros seis componentes del grupo en distintas localidades de dicha provincia catalana. Entre los arrestados se encuentra su líder, quien trató de huir saltando a un patio interior, para entrar luego por la fuerza a otro domicilio, donde retuvo a una anciana. Finalmente, fue sorprendido por los agentes escondido en un armario.