si el cuarto marqués de Urquijo, el experto avicultor Juan Manuel, levantara la cabeza se iba a llevar una inmensa alegría. No en vano, una carpa situada en la plaza Aldai de Llodio es desde ayer la sede de la IV Muestra Internacional de Avicultura de la asociación Eoalak, donde la gallina que él luchó por implantar en los años 20 del siglo pasado fue la auténtica protagonista. Cabe destacar que el aristócrata pasó buena parte de sus vacaciones estivales recorriendo caseríos de la zona, en busca de gallinas que presentaran una buena aptitud y morfología que permitieran utilizarlas como buenas reproductoras. Con cierto retraso, su sueño se ha hecho realidad.

La citada gallina es la rubia alavesa o gallina llodiana. Una especie que destaca por tener una cresta de cinco o siete dientes bien definidos, patas y piel amarillenta y un plumaje rubio leonado. En principio, está destinada al consumo doméstico y es de aptitud mixta, ya que vale tanto para puesta de huevos como para carne. Sin embargo, se encuentra en serio riesgo de extinción debido, sobre todo, a la dejadez en cuanto a la hora de la selección en la cría.

El joven marqués -tras un periodo de pormenorizada selección- logró obtener ejemplares de alta calidad de esta ave de corral. Su siguiente paso fue repartir entre los labriegos de la comarca lotes de pollitos con el fin de fomentar la implantación de la especie. En gran parte lo consiguió, ya que la rubia alavesa estuvo presente en varios certámenes de reconocido prestigio de su época, como la Exposición de Avicultura de Madrid de 1923, el Concurso Nacional de Ganados de 1926 o la quinta Exposición Mundial de Avicultura celebrada en Roma en 1933. Sin embargo, el fallecimiento del marqués hizo que la raza fuera perdiéndose hasta los años 70. Hoy en día, se puede volver a disfrutar de los encantos organolépticos de esta ave de corral gracias al trabajo de recuperación de esta especie que están haciendo desde hace más de un lustro, precisamente, dos miembros de Eoalak y criadores de Euskal Oiloak: el vecino de la localidad ayalesa de Llanteno Ander Beraza, y su amigo Miguel Ángel García de Sodupe.

"Hace dos años apenas teníamos una veintena de ejemplares y hoy ya somos seis criadores con 70 ejemplares. De ellos, 23, los mejores, se encuentran en la muestra, porque ya era hora de hacerla una mención especial y qué mejor que en casa", explica a este diario el presidente de Eoalak, Miguel Ángel García que, junto a sus compañeros, sigue trabajando en purificar la raza, porque "es la única forma de que pase a convertirse en la sexta especie autóctona".

También se encuentra en Llodio una nutrida representación de las otras cinco variedades de gallináceas vascas reconocidas oficialmente -beltza, gorria, leposoila, marraduna y zilarra-. Son parte del más de medio millar de ejemplares de gallinas, patos, pavos, ocas y palomas, así como conejos, que han llegado procedentes de Asturias, Euskadi, Mallorca, Castilla y León, Madrid, o incluso Francia. "Los hay de razas grandes, medianas y enanas y de todas las partes del mundo", apunta García. De hecho, la exposición supone una ocasión única para contemplar tanto razas autóctonas como otras más singulares y desconocidas, ya que en ella se han dado cita ocas blancas chinas, grises euskal antzara, patos y palomas de diferentes lugares del mundo, gallinas de razas tan curiosas como la ahuyenta brujas, o conejos gigantes de Flandes.

"Nos puede resultar chocante pero, en Alemania o Francia, que hay mucha cultura de crianza, exposición y venta avícola, cunicultura y avicultura siempre van de la mano. Por ello también hemos traído conejos", apuntan desde la organización. En aquello países, ña muestra de Llodio resultaría algo de andar por casa, ya que en sus encuentros no se citan menos de 5.000 animales. El récord sobre el particular lo batió Leipzig el año pasado con 93.000 ejemplares. Allí, precisamente, "logramos premios tanto con las euskal antzara como con las euskal oiloa".

La asociación Eoalak nació en 2007 con el objetivo de divulgar las diferentes variedades de gallinas y ocas vascas. "Nos pareció interesante que se conozcan otras razas y de ahí que empezamos a organizar exposiciones internacionales con carácter bianual. Antes que en Llodio, han tenido ya lugar en Zamudio, Alonsotegi y Sodupe", sentencia García.

Las personas interesadas en ver de cerca esta curiosa muestra tienen aún tiempo, ya que permanecerá abierta hoy sábado -de 10.00 a 19.00 horas- y mañana -de 10.00 a 14.00 horas- después de haber estado limitada ayer a colegios, asociaciones, criadores y aficionados. Fue la jornada aprovechada por los jueces para calificar y valorar los animales presentados de cara a escoger los mejores ejemplares y lotes de cada categoría, incluida la mejor gallina llodiana y el mejor criador, conejo y paloma. Definitivamente, Llodio se ha tornado en gallinero.