Vitoria. La red de recogida neumática más larga del Estado sigue creciendo. La planta de Nadine Gordimer, en Salburua, ya tiene corriente y está lista para comenzar a dar servicio en el mes de abril. Y esta vez el compromiso es firme, a pesar de que en anteriores ocasiones el ansiado anuncio haya sufrido retrasos. Eso sí, el arranque será parcial, empezando por las cinco torres del número 27 del Bulevar, con el objetivo de controlar el consumo energético de la planta. Mientras tanto, los vecinos del resto de sectores 11,12 y 13, que comprenden las zonas de Ibaialde, Arkaiate y Larrein, tendrán que seguir dejando las bolsas de basura orgánica en las aceras.

El gabinete de Javier Maroto ha decidido iniciar el sistema por las bocas de recogida neumática de las torres, en vez de aplicarlo a los tres sectores de golpe, por las insostenibles experiencias anteriores. Durante los primeros meses de la puesta en marcha de otras plantas, "había unos picos de consumo energético brutales hasta que se regulaban". Así que, según dice, en esta ocasión se ha preferido aplicar el arranque de manera parcial para evitar ese disparo y "lograr un ahorro económico importante". No obstante, frente a los recelos que pueda despertar la puesta en marcha a medias del dispositivo, el equipo de gobierno insiste en que a medio plazo la recogida neumática acabará llegando al resto de residentes que viven en el campo de acción de la nueva central: "En cuanto vaya habiendo más viviendas y más gente, dispondrán del sistema".

A pesar de la argumentación, la decisión municipal de aplicar el sistema de forma paulatina ha despertado reacciones negativas entre los vecinos que todavía tendrán que esperar. La asociación Burdinbide recuerda que hace más de año y medio se explicó desde el Ayuntamiento que había que conseguir que al menos 5.000 viviendas estuvieran ocupadas para que la recogida neumática fuera rentable. Y ahora que la masa crítica es suficiente, "no entendemos cómo no se pone todo a la vez". El colectivo considera que el Ayuntamiento ha "vuelto a dejar de lado" a los residentes de Arkaiate y Larrein, que por ahora siguen depositando las bolsas de basura orgánica en las aceras. Y, además, no llega a creerse que en abril arranque la planta, "ya que ha habido otras fechas y no se han cumplido".

contenedores de reciclaje El compromiso que sí ejecutó el gabinete Maroto recientemente fue el de instalar los demandados contenedores de reciclaje. A finales del año pasado se colocaron 13 islas con 39 depósitos de papel y cartón, vidrio y envases domésticos en los últimos sectores edificados de Vitoria, logrando así dar cobertura green a toda la ciudad. Una acción que los vecinos valoran, pero que consideran insuficiente mientras no cuenten también con los contenedores de tapa gris. "Este equipo de gobierno que tanto le gusta la publicidad, en Salburua será recordado por utilizar los alcorques de los árboles como basureros en su año verde", censuran desde Burdinbide.

El gabinete Maroto, no obstante, defiende las actuaciones municipales para modernizar la recogida de residuos. El Casco Viejo, Ibaiondo, parte de Salburua y Zabalgana, así como Mariturri disponen ya de buzones que succionan las basuras y las arrastran por tuberías hasta una central sin necesidad de que pasen los camiones a llevarse las bolsas. Y cuando la nueva planta de la calle Nadine Gordimer funcione a pleno rendimiento, la red sumará ya un total de 61,3 kilómetros. La más larga, sin dudas, del Estado. Mientras tanto, se sigue estudiando la ampliación de la recogida neumática a los llamados barrios consolidados de la ciudad. Durante la pasada legislatura, sonaron los nombres de Arriaga, Lakuabizkarra y Sansomendi.