Vitoria. El equipo de gobierno no sólo está convencido de su decisión de mandar a la calle a los 28 trabajadores subcontratados del servicio de atención a la ciudadanía en los centros cívicos para sustituirlos por funcionarios de la casa. Además, cree que no se le puede reprochar una actitud "unilateral e irreflexiva", como le recriminan los afectados y la oposición, porque "no han aportado ninguna alternativa para mantener el actual recurso". Son palabras de la edil del PP Leticia Comerón, quien tampoco dudó en descalificar futuras propuestas. "Si son del pelo de la de LAB, que se le olvidó el IVA...", apuntó, ante los rostros indignados de sus interlocutores.

Parece que no hay vuelta atrás. Y eso que los trabajadores subcontratos -casi todos mujeres- continúan dejándose la piel para intentar llegar a un acuerdo. Ayer, tras un mes de huelga, volvieron a comparecer en comisión para tratar de hacer entender su postura y solicitar un mínimo gesto. "Deben reflexionar y poner los esfuerzos en mantener el servicio con la actual excelencia. Si quieren un mayor horario, aquí estamos para hablar. Podemos ampliarlo", señalaron las portavoces, sorprendidas de que el PP, que dice apostar por el empleo, "no trabaje para buscar una solución". En la misma línea se pronunciaron los grupos de la oposición, quienes advirtieron de que si no hay alternativas es porque el gobierno "ni siquiera ha dado opción a paralizar su plan y sentarnos a hablar".

Lo que sí está dispuesto el PP es a plantearse la rescisión del oneroso alquiler de las oficinas de San Antonio, si es que alguna formación "ofrece una solución" real.