Vitoria. El agua podría dejar de ser de todos en Vitoria si Javier Maroto cumple su deseo de privatizar parte de Amvisa, la sociedad, ahora pública, que suministra a los hogares de Gasteiz. Un modelo de gestión que ninguna otra capital vasca se plantea. Ni Bilbao, ni Donostia ni Pamplona quieren dejar en manos de particulares sus actuales sociedades. Tampoco la oposición está dispuesta a que los recursos hídricos de la Green Capital queden en poder de una entidad de capital mixto (49% privado y 51% público).
Privatizando Amvisa, Maroto espera ingresar 40 millones de euros en las arcas municipales por la cesión a una firma especializada de prácticamente la mitad de la compañía durante 20 ó 25 años. Aguas de Vitoria es la sociedad municipal que mejor funciona y el Ayuntamiento ya ha echado mano de sus beneficios, incluso para abonar la nómina de los funcionarios cuando no ha habido liquidez en la caja municipal. Ésta es la razón que empuja al gobierno del PP a dar este paso: optimizar los recursos, sin perder el control de la sociedad, ni los puestos de trabajo -dicen-.
Maroto se fija en la experiencia de ciudades mediterráneas y del sur que ya tienen sociedades mixtas: Barcelona, Tarragona, Alicante, Murcia, Huelva, Las Palmas y Tenerife. Un modelo alejado de la gestión que predomina en Euskadi. "Jamás se ha planteado nada así", aseguran en el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, la entidad responsable de abastecer de agua potable a un millón de habitantes de 77 municipios. Al contrario, su planteamiento a futuro es que cada vez más ayuntamientos se integren en el consorcio. "Sería lo ideal", apuntan. Al igual que Amvisa, el consorcio vizcaíno marcha bien y acaba el año con superávit en sus cuentas.
Tampoco en Iruñea, donde la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona se encarga de llevar el agua potable a 350.000 habitantes de 50 municipios entre los que se encuentra la capital navarra. Ni por asomo se plantean transformar la actual sociedad de aguas -que pertenece a la mancomunidad- en una entidad de capital mixto en este ayuntamiento gobernado por UPN. La única experiencia privada se remonta al siglo XIX, en 1895, cuando el abastecimiento a domicilio se realizó mediante concesión privada, una fórmula que en la década de los 40 del siglo pasado se rescató y pasó a gestionarse a través del servicio municipal. Ya de forma más reciente, en 1982 se crea la actual mancomunidad que, además del agua, se encarga de los residuos, transporte público, taxis y del parque fluvial en una ciudad que guarda bastantes semejanzas con Vitoria. La sociedad cuenta este año con un presupuesto de 78 millones de euros para gestionar el agua y los residuos y en el primer semestre de 2012 ya ha tenido un superávit de 475.000 euros.
En Gipuzkoa, es la Mancomunidad de Aguas de Añarbe la que distribuye a los donostiarras y residentes en otros nueve municipios de la comarca -Rentería, Hernani, Lasarte-Oria, Pasaia, Oiartzun, Lezo, Urnieta, Usurbil y Astigarraga-. En total, una población de más de 300.000 habitantes. La gestión del agua es pública y así va a seguir a tenor de las palabras de la edil de Infraestructuras, Nora Galparsoro: "Entendemos que el agua es un bien común y este equipo de gobierno de ninguna manera se plantea este tipo de medidas. Estamos en contra de las privatizaciones, y más cuando se trata de un bien básico. Además, las infraestructuras se han pagado entre todos, por lo que no sería de justicia social", opina.
Gestión directa o indirecta Javier Maroto ha querido abrir el debate sobre la privatización del servicio de aguas aunque, de momento, ningún alcalde vecino parece dispuesto a dejar en manos ajenas un bien de vital importancia para las ciudades.
En el Estado hay medio centenar de empresas que se encargan de gestionar el agua. Y si los estudios encargados por el alcalde confirman que su plan es viable, el alcalde presentará en 2013 dos presupuestos, uno con los ingresos de la venta de Amvisa y otro sin ellos. Ahora bien, para cualquier modificación necesita la mayoría absoluta del Pleno y, de momento, sólo cuenta con el rechazo de 18 de los 27 concejales. Ni PNV, ni PSE ni Bildu están por la labor. No es la primera vez que el PP habla de privatizar servicios público para "optimizar su rentabilidad" desde que Maroto está en la Alcaldía.
El primer edil tiene en mente desde hace tiempo transformar el Centro de Estudios Ambientales (CEA) en una consultoría externa similar a la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, que cobra por sus servicios. También algunos cursos de los centros cívicos, como los de cocina, han pasado recientemente a manos privadas, y desde hace años sobrevuela la idea de encargar a una compañía privada la gestión del transporte público en Gasteiz, por citar algunos ejemplos.