Vitoria. La maquinaria administrativa se pone al fin en marcha para dar forma al proyecto de la pasarela que en 2013 unirá Borinbizkarra con Zabalgana. El plazo para presentar proposiciones para la redacción del proyecto de ejecución de la obra ya se ha abierto y así seguirá hasta el día 27. Es el primer paso de un proyecto muy esperado. Un pequeño aperitivo que los vecinos han recibido con moderada satisfacción. Ya ven un poco más cerca ese atajo sobre los viejos raíles del ferrocarril Madrid-Irun que les evitará dar un rodeo de más de un kilómetro para acceder a servicios básicos que, en línea recta, están a sólo 300 metros de distancia.

A partir de ahora, la previsión del gobierno es contar con el proyecto definitivo en otoño y, ya para entonces, haber recibido la autorización de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). Con ese permiso podrán arrancar las obras, presupuestadas en 1,2 millones de euros. Si, a partir de ese momento, se cumplen los plazos, la pasarela estará lista para el año 2013. Podría haber sido un poco antes si en estos últimos siete meses, desde que se aprobó una moción en el Pleno por unanimidad que instaba al gabinete Maroto a presupuestar la infraestructura y solicitar ya a Adif el consentimiento, el equipo de gobierno ya hubiera puesto en marcha el proceso. No obstante, desde la asociación Zabalgana Batuz prefieren quedarse con lo positivo: aunque tarde, la pasarela para peatones y ciclistas que conectará la avenida Reina Sofía con la plaza Alejandro Dumas va a hacerse realidad.

La obra que sí que está a la vuelta de la esquina es la que rehabilitará el deteriorado puente que conecta Zabalgana con Ali. Los trabajos comenzarán este mismo mes y, si las previsiones municipales no se tuercen, este paso sobre el ferrocarril estrenará nueva imagen en agosto. Será la puntilla de la segunda fase de urbanización del barrio, solicitada desde hace mucho tiempo por los vecinos. En la actualidad, no se puede acceder a este viaducto de 17 metros de luz y 3,5 de anchura por encontrarse en suelo propiedad de Adif y, además, está bloqueado por el vallado que protege la línea férrea.

seguridad El objetivo de la obra es abrir el viaducto con seguridad para uso exclusivo para peatones y ciclistas. Así pues, el Ayuntamiento colocará barandillas antivandálicas para evitar que se arrojen objetos a las vías y modificará el cierre actual de Adif, de forma que se abra el puente hacia este cruce. También habilitará dos pasos de acceso hasta las embocaduras. Uno de ellos, el del sector 1, de 78 metros de longitud, partirá de la calle Océano Pacífico, y en un trazado que asciende a través del pasillo verde alcanzará el puente por el norte, tras cruzar el bidegorri actual. El segundo, en el sector 5, de 50 metros de longitud, asciende desde la avenida Iruña-Veleia, a través de zona verde, hasta el sur del puente. Como remate, habrá nueva iluminación, se adecentarán las zonas verdes y se colocarán pivotes para evitar el paso de los coches.

Los vecinos del barrio no dudan en mostrarse satisfechos por la obra, aunque, si se trata de puentes, la pasarela a Borinbizkarra seguirá siendo su principal reivindicación. Durante un tiempo, decenas de personas bajaban cada día hasta los raíles para cruzar al otro lado por una especie de paso a nivel, a ras de suelo e inseguro. Tras la preocupación manifestada por las asociaciones vecinales, la Policía precintó la zona. No queda más opción que asumir que toca alejarse del destino para acercarse a él. Un rodeo desesperante para todos.