vitoria. Bizikleteroak cree que los bidegorris son un parche, pero en el año 2010 el Ayuntamiento de Vitoria decidió iniciar la mejora y ampliación de la red actual con el propósito de convertirla en la más larga y mejor conectada de todo el Estado. Por eso, a falta de otro remedio, la asociación se puso ojo avizor para conseguir el arreglo de los puntos negros de las viejas vías y el mejor diseño posible en los nuevos kilómetros. Poco a poco, el primer objetivo va cumpliéndose, aunque aún quedan cuatro focos de riesgo y al menos nueve vías necesitadas de intervención urgente, ya sea por el deterioro del firme, la escasa visibilidad del ciclista o la nefasta regulación semafórica. El segundo propósito, por contra, ha dado poco trabajo a la asociación, ya que durante 2011 el Consistorio no construyó ni un solo bicicarril y en lo que llevamos de 2012 sólo ha adjudicado las obras de dos.

El Ayuntamiento ha ralentizado su propio compromiso escudándose en la crisis, pero para Bizikleteroak ese argumento no tiene ninguna validez: el año pasado, el gabinete Maroto sí tuvo dinero para habilitar un carril extra en la rotonda de América Latina. Esta intervención pone de manifiesto, a juicio de la asociación, que la prioridad de los políticos municipales sigue siendo el coche, por muy buenas que sean las palabras y muy ambiciosos los desafíos sobre papel en el ámbito de la movilidad ciclista.

Al menos, eso sí, los bicicarriles que van a empezar a construirse este año darán respuesta a dos asignaturas pendientes: la conexión con Zabalgana y Mariturri, y al polígono de Jundiz. Eran promesas del actual equipo de gobierno y ha cumplido. Además, para planificar el diseño de estas vías ha trabajado de la mano de los gurús de la movilidad ciclista. O sea, de Bizikleteroak. Por eso, la asociación confía en que, esta vez, no se cometan errores.