Vitoria. Pasemos de la filosofía a acciones concretas. Los activistas de los 70, con usted a la cabeza, lograron la peatonalización del primer Casco Viejo del Estado. El de Vitoria, claro. ¿Cibeles, no conduzcas?

(Risas). Y no conduzco. Es un logro del que nos sentimos orgullosos. Nos juntábamos, reivindicábamos... También en aquel entonces conseguimos el cierre de la cantera del Gorbea.

También fueron pioneros en reclamar carriles-bici.

Así es. En la primavera del 78, el 21 de marzo, salimos a la calle con bicicletas. Yo fui con patín, porque entonces todavía no sabía andar en bici.

¿Y qué le parece la actual red?

El Ayuntamiento, para no mojarse haciendo bicicarriles, hace una raya en la acera a petición de los moderados estos de los bicicleteros. ¡Pues no, señor! Lo que no se puede hacer es invadir al más débil que es el peatón. ¿Qué opinaría el ciclista que va por la acera como una mecha si un coche a él en la carretera le pasa a toda velocidad y le dice: "eh, que controlo" Del mismo modo que el ciclista merece un respeto y reivindicamos para ellos los bicicarriles, también exigimos respeto al peatón por parte de la bici, que es un vehículo.

Es decir, que los bicicarriles deberían de ir siempre por la carretera.

¡Por supuesto! Es que el Ayuntamiento los pone en la acera para economizar. ¿Quién estaba primero? El peatón. Pues él es el que tiene el privilegio, y los demás modos de desplazamiento deberían acoplarse.

¿Las rampas mecánicas del Casco Viejo son un canto al peatón?

Si las cintas transportadoras de la cantera funcionan aunque llueva, ¿por qué estas las cubrieron, con el gasto que conllevan los cristales?

¿Pero cristales aparte le gustan?

A la gente mayor le ayudan, aunque las rodillas sufren en las bajadas, no en las subidas. Además, yo vi el proyecto de las rampas antes de que se diera a conocer y se vendía ante los comerciantes así: suben los viandantes y bajan como manantiales por los comercios. Luego como hubo polémica se vendió que eran para la gente mayor, y es cierto que ayudan, pero no era el fin inicial.

Parece que a la tercera va la vencida.

El presidente de Gasteiz Txiki y después de Barrenkale ha luchado muchos años por una rampa mecánica que llevara al ambulatorio. Y por fin se va a hacer realidad, con subida y bajada. Es estupendo, aunque no me puedo olvidar de que hace ocho años ya reformaron la calle.

Eso es muy típico de Vitoria.

Desde luego. Pero encima son unas escaleras nefastas con unos peldaños muy largos y una rampa mínima para el carro con dos escalones arriba. Esa imbecilidad costó una barbaridad y ahora vuelta a levantar.

La reforma de la Avenida, primera fase del Anillo Verde Interior, es...

Algo costosísimo e innecesario. De todas formas, dudo de que vaya a haber más que esta primera fase. ¿Y lo de sacar el río? Se están embocinando los ríos en muchas ciudades por el hedor que salen por los desagües. ¿Y aquí quieren abrirlo a ver cómo huele? Sería una estupidez.

¿El plan de revitalización del Casco impulsado por la Arich, ya extinta, le ha sentado bien al barrio?

El que hace, a veces se equivoca, pero hace y salen cosas buenas. Ahora no va a haber errores porque pienso que no se va a hacer nada.

¿Qué destacaría de estos tres años?

Hay gente que critica que en los nuevos bares de la Corre hay gente muy selecta poteando. ¡Y a mí qué! Es la manera de que el Casco se llene de gente, esté vivo. Quizá el tema se podría haber llevado mejor, pero lo importante es que ha entrado gente que nunca había venido.

¿El mayor problema del Casco?

Del Casco y de toda Vitoria: la falta de respeto por las noches. Uno puede salir y pasárselo bien sin tocar las narices a nadie. En Europa existe otra cultura. Pero aquí empezamos sufriendo el berreo y, a partir de cierta hora de la madrugada, la berrea.