CAMBIAR el nombre de las calles es una competencia que corresponde "a la Junta de Gobierno local". Y punto. Y, por ello, los reyes de España pueden dormir tranquilos. Los nombres de las avenidas de Juan Carlos I, en el barrio gasteiztarra de Salburua, y Reina Sofía, en Zabalgana, no corren peligro. Pero el alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, tuvo que intervenir ayer en el Pleno municipal para aclararlo porque, si la medida dependiese únicamente del resultado de la sesión, contaba con los votos suficientes para el rebautizo.
La iniciativa corrió a cargo de Bildu Gasteiz. El grupo propuso que el Consistorio lleve a cabo diversas acciones para conmemorar el 75 aniversario del bombardeo de Gernika, en el que participaron aviones que partieron de la antigua base de Vitoria. La coalición apostó, por ejemplo, por colocar una placa conmemorativa en la zona que antaño ocupó el aeródromo de Salburua, recordar los fusilamientos que se efectuaron en las traseras del cementerio de Santa Isabel, trasladar a este punto un busto del poeta Espetan Urikiaga Lauaxeta -una de las personas fusiladas precisamente en este punto de la ciudad-, y cambiar el nombre a dos calles de la capital alavesa. En concreto, la avenida de Juan Carlos I pasaría a denominarse Gernika y la de la Reina Sofía, Durango.
Desde el PP, mientras, la teniente de alcalde, Idoia Garmendia, se preguntó, aunque dijo conocer la respuesta, por qué casualmente Bildu había escogido estas calles y no otras para cambiarles el nombre. E insistió en que no veía razones para realizar esta medida.
Las sumas cuadran La propuesta, pese a todo, contó con el apoyo del PNV, que también ha promovido acciones sobre este tema, como diversos actos de homenaje en Salburua y Santa Isabel. La suma de los votos de ambas formaciones no garantizaba que la propuesta saliera adelante, pero el PSE se abstuvo y, por lo tanto, se aprobó por mayoría en el Pleno.
La concejal socialista Maite Berrocal explicó ayer la posición que dio lugar a este sorprendente resultado. El PSE se mostró a favor de realizar acciones a favor de recuperar la memoria histórica, pero no a costa de un cambio de denominación de unas calles que supondría para vecinos y comerciantes un gasto, dado que tendrían que afrontar un dispendio para realizar cambios de escrituras.
Ésta fue la razón principal que, una vez finalizada la votación, esgrimió el alcalde para señalar, por si quedaba alguna duda, que ese cambio no llegará a coronarse. Maroto se cerró en banda porque se trata de una competencia de la Junta de Gobierno local, una decisión que deja sin posibilidad real la sucesión de Juan Carlos I y Reina Sofía por Gernika y Durango.