Vitoria. A pesar de que Vitoria fue pionera en la peatonalización de calles céntricas como Dato, durante décadas ha sido una ciudad planificada a la medida del tráfico rodado. Avenidas anchas y calles de un solo sentido que conductores de fuera envidiaban al entrar en Gasteiz. Una situación que tiene los días contados, a tenor de las últimas decisiones adoptadas en materia de movilidad. El cerco al coche se va estrechando y cada día que pasa es más difícil acceder al centro al volante de un vehículo privado.

Y aún va a serlo más con la aplicación de las políticas que marca el Plan de Movilidad Sostenible: recuperar espacios para el peatón en detrimento del coche. Un camino ya iniciado, que se va a intensificar a partir de Semana Santa cuando el Ayuntamiento responda con mano dura a los conductores que ahora, a pesar de las prohibiciones, se cuelan al volante por Prado y Cadena y Eleta. Además de cámaras de vigilancia, policías y una campaña informativa, habrá multas para quienes se salten las señales de prohibición de Magdalena.

Son uno de cada diez los conductores que bajo el paraguas protector de la carga y descarga cometen infracción y es que, de los 4.000 vehículos que cada día circulan por este eje, entre 300 y 400 lo hacen sin autorización, según los datos facilitados por el Ayuntamiento. Dos meses después, las restricciones se extenderán al acceso al centro desde el sur de Vitoria. Cuando en junio arranque la reforma de la calle Fueros se prohibirá girar a la derecha a los pocos coches que desde el puente de San Cristóbal entran por Manuel Iradier -salvo a los garajes de José Erbina-, según adelanta el arquitecto municipal Eduardo Rojo. Además, esta bajada se convertirá en carril-bici.

A medio plazo, el objetivo es convertir el corazón de Vitoria en una isla semipeatonal, la denominada supermanzana central por la que únicamente circularán peatones, transporte público y vehículos autorizados -urgencias, carga y descarga y dueños de garajes-.

bordear el centro De momento, las trabas para los conductores empiezan en Lovaina. Desde la plaza, las señales de tráfico dirigen al conductor hacia Ramiro de Maeztu. Los que siguen por Magdalena, pronto se encuentran con otra indicación que les marca a la izquierda, por un estrecho vial de Vicente Goikoetxea. Si no toman el desvío, se topan de frente con otra señal de prohibido cuando quieren pasar a Prado y Cadena y Eleta -salvo vehículos autorizados y de carga y descarga, en horario de 7.00 a 12.00 horas- Y si logran colarse, una tercera advertencia les avisa de que está prohibido girar a la derecha, a excepción de los taxis y gautxori.

Otro tanto ocurre desde San Antonio, ya que los vehículos que se acercan al centro, pronto son desviados hacia las afueras, por la Catedral Nueva. Tampoco lo tienen mejor quienes bajan de Fueros, obligados a girar a su derecha, hacia General Álava -salvo para entrar al parking de Dendaraba- En el lado opuesto, otra señal informa de que tampoco se puede entrar a Fueros por Ortiz de Zárate, y quien se cuela, acaba de nuevo en General Álava, en territorio del tranvía.

Con estos cambios en la circulación por el casco urbano y la subida del precio de la OTA, el Ayuntamiento empuja a los ciudadanos a desplazarse en bici, andando o en transporte público, y aparcar el coche en casa. No es de extrañar, por tanto, que mes a mes aumente el número de usuarios de los autobuses urbanos y del tranvía, a medida que se va estrechando el cerco a los vehículos privados, un círculo que a largo plazo se extenderá hacia dos ejes fundamentales: La Paz y Los Herrán.

l Prado. Antes de llegar, los conductores se dan de frente con una señal que les prohíbe seguir hacia adelante, salvo que sean vehículos autorizados o de carga y descarga (7.00-12.00 horas). Unos metros más adelante tampoco se puede maniobrar hacia Cadena y Eleta, zona de taxis y gautxori.

l Fueros. A partir de junio, cuando empiecen las obras de Fueros, los coches que vienen del puente de San Cristóbal no van a poder girar a la derecha a Manuel Iradier. Otros tramos semipeatonalizados de la calle Fueros ya lucen señales de prohibido circular, salvo vehículos autorizados y mercancías.

l Magdalena. Desde Lovaina, una señal empuja a los conductores a dirigirse hacia Ramiro de Maeztu. Si aun así, alguien decide seguir por Magdalena hacia la Virgen Blanca, se topa con un obligado giro a la izquierda, que le desvía por Vicente Goikoetxea, alejándole de nuevo del centro de Vitoria.

l Fueros. Los vehículos que bajan por esta vía están obligados a girar a su derecha obligatoriamente, hacia General Álava, territorio del tranvía, salvo que su destino sea el parking de Dendaraba. Desde San Antonio, las señales también obligan a quedarse a las puertas de la Virgen Blanca.