Vitoria. Son los gasteiztarras que más lejos viven del centro de Vitoria y los que mayores dificultades tienen para coger el autobús urbano. Algunos vecinos de Aldaia, Borinbizkarra, Elejalde y Arkaiate -los últimos sectores urbanizados de Salburua y Zabalgana- o no tienen transporte público hasta sus viviendas o la parada más próxima la tienen a 600-800 metros e incluso a un kilómetro, cuando el Plan de Movilidad habla de una cobertura de 350 metros máximo de distancia hasta el domicilio.

El Ayuntamiento siempre ha mantenido que se necesita una masa crítica de población suficiente para extender los servicios a los ciudadanos de los nuevos barrios. Pero, Bildu considera que ya es hora de actualizar la red de líneas de los urbanos, puesto que son miles las personas que se han trasladado a estas zonas de Vitoria. Año y medio después de las últimas modificaciones en los itinerarios de Tuvisa, la coalición abertzale da un plazo de seis meses al gobierno de Javier Maroto para que actúe, de forma inmediata, si esta moción se aprueba en el Pleno de mañana. En caso de que el ejecutivo popular no disponga de una partida presupuestaria prevista para este fin, Bildu tratará de habilitar una mediante la presentación de enmiendas al Presupuesto, según corroboraron ayer los concejales Itziar Amestoy y David Pina.

La actualización de la red de autobuses requiere, además de acercar las líneas a las zonas de Vitoria más alejadas, garantizar las frecuencias, colocar marquesinas en todas las paradas -en la lanzadera de Aldaia no las hay- y acondicionar los vehículos a las necesidades de los nuevos vecinos de estos barrios: al tratarse de población joven, con hijos pequeños, es habitual ver cómo madres y padres se quedan tirados porque en el autobús ya han subido minutos antes dos coches de niños. Reivindicaciones todas estas que los colectivos vecinales llevan meses reclamando. Además, está el gautxori, que a Zabalgana, por ejemplo, es cada hora, y sin servicio de 2.00 a 3.00 horas, mientras a Lakua, el autobús nocturno sale desde la Catedral cada media hora.

Esperar a la intemperie El martes, Tuvisa informó sobre el éxito del transporte urbano en Gasteiz. Desde la entrada en vigor de las nuevas líneas, los autobuses recuperan el terreno perdido ante el tranvía, y en 2011 rozaron los once millones de usuarios. Ayer, en cambio, se conoció la otra cara de la moneda, la de las carencias del transporte público.

En Aldaia, por ejemplo, las paradas de la lanzadera (línea 6A) carecen de marquesinas para resguardarse del frío y los domingos y festivos, los horarios no coinciden con los de la línea 6 de Zabalgana, dificultando los transbordos y obligando a los usuarios a esperar a la intemperie hasta veinte minutos.

En Arkaiate, algunas calles no están aún pavimentadas, por lo que los urbanos no entran hasta la zona más alejada de Salburua.

En Borinbizkarra, utilizar el servicio significa andar entre 600 y 800 metros hasta llegar a la parada más cercana, un problema que se solucionaría con la pasarela sobre el tren, ya prevista. En Elejalde, tampoco se cumplen los parámetros del Plan de Movilidad para los residentes que están a punto de estrenar vivienda. Al mismo tiempo, el presupuesto de Tuvisa para este año contempla la compra de seis nuevos autobuses urbanos, dos de ellos híbridos, esto es, de bajo consumo, y cuatro articulados pero, de momento, el gobierno no ha concretado el destino que tendrán los vehículos, adquiridos para renovar la flota de una compañía a la que los ciudadanos le exigen mejoras para prestar la misma calidad de servicio a todos los gasteiztarras.