Vitoria. Las alianzas en instituciones superiores pueden condicionar la politica municipal. Sin embargo, en el Ayuntamiento de Vitoria, el PSE no está dispuesto a vender a cualquier precio su apoyo al proyecto presupuestario popular. El portavoz socialista, Patxi Lazcoz, anunció ayer que su grupo ya ha empezado a confeccionar un importante paquete de enmiendas que trasladará al resto de formaciones para tejer alianzas y poder "corregir" el documento del gabinete Maroto. A su juicio, las Cuentas planteadas por el gobierno dejan fuera de juego a las familias en peor situación económica, cierran las puertas a la inserción laboral, aumentan la brecha entre gasteiztarras de primera y segunda y aniquilan servicios básicos que ya eran parte de la identidad de la ciudad.
"Este Presupuesto está al servicio del PP, no de la ciudadanía", censuró Lazcoz. Eso sí, pese a verse en las antípodas de la propuesta de Maroto, el edil socialista dejó claro que no va a apoyar la enmienda a la totalidad de Bildu. Primero, por una cuestión de urgencia. "Respaldar esa iniciativa supondría iniciar de nuevo el procedimiento y no tener Presupuesto hasta junio". Segundo, porque un gobierno en minoría como es el popular brinda a la oposición la gran oportunidad de reconstruir el proyecto sumando fuerzas o forzando unos cuantos cambios de cromos.
Las rondas de contactos definirán las estrategias con las que los cuatro grupos políticos llegarán al debate de enmiendas. No obstante, el PSE tiene ya muy claro lo que no está dispuesto a aceptar. Y así lo hizo saber la edil socialista Marian Gutiérrez, con un somero repaso a las cuentas de algunos departamentos. "El PP se va a gastar 14 millones de euros en reformar un trozo de la Avenida, mientras que no plantea nada para el resto de barrios, y anuncia el Gasteiz Antzokia mientras que por otra parte elimina el 100% de los convenios destinados a la promoción de la cultura vasca. También es notable el recorte del presupuesto de Seguridad Ciudadana en 2 millones de euros mientras suben los delitos en nuestra ciudad, un 35% en el caso de robos de bicis", denunció. A modo de puntilla, Lazcoz recordó "el recorte de un 25% en el presupuesto destinado a formación y empleo" y el gasto de 4 millones "en comunicación y publicidad mientras dejamos a más de 11.000 escolares sin cursos de prevención de drogadicciones".
La conclusión de los socialistas no puede ser más desalentadora. "Maroto está vendiendo el alma de la ciudad al recortar, que no ajustar, cuantías que afectan directamente a la calidad de vida de los vitorianos. El presupuesto baja un 12%, pero hay partidas que bajan en un porcentaje mayor e incluso desaparecen. Luego no es un ajuste, es un recorte en toda regla", criticó Gutiérrez. En definitiva, el PSE considera que la tijera popular rasga las líneas rojas -políticas sociales y de empleo- que todos los grupos acordaron como intocables, así que urge "corregir"el documento de Maroto en el debate de enmiendas. El objetivo final, dar luz verde a "un Presupuesto que sea de todos".