Vitoria. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, se niega a que su proyecto de estación de autobuses en la plaza Euskaltzaindia acabe convirtiéndose en otro intento fallido de construir una terminal propia de este siglo. Sin embargo, tras las fricciones vividas en los encuentros con las familias que viven a los pies de la parcela, ha asegurado que estudiará la solicitud vecinal de introducir los buses desde portal de Foronda por el bulevar de Euskal Herria. Otra cuestión será el recorrido de esta propuesta.
La sociedad municipal Ensanche 21, encargada de buscar la receta para minimizar la afección al tráfico en un área llena de coches y colegios, plantea que los autobuses entren desde Gabriel Celaya o Blas de Otero para desembocar en Donostia y, desde allí, bajar a la plaza. Además, Maroto anunció hace unas semanas su intención de separar el acceso de los buses y coches -los primeros por Donostia, los segundos por Rafael Alberti- para "reducir el impacto en América Latina". Justo lo contrario de lo que sucedería si se atiende la propuesta vecinal.