vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria recepcionará en breve el depósito de tormentas de Yurre. Pero el largo proceso de creación de esta infraestructura aún no ha terminado. El gabinete Maroto esperará a terminar la desviación de los ríos del sur para poner en marcha el recinto, para que así los últimos ajustes tengan en cuenta la nueva situación de la zona. La previsión es que el esperado estreno del depósito tormentoso tenga lugar a lo largo de esta legislatura, y sin llegar a agotarla.
La concejala de Espacio Público, la popular Leticia Comerón, alegó que la decisión es técnica, y en concreto de la sociedad municipal de aguas Amvisa. "Optan por esperar a que se terminen las canalizaciones y la adecuación de los ríos del sur -en la actualidad, por ejemplo, se actúa en el río Ali- para hacer el ajuste final y ponerlo en marcha entonces", explicó ayer en comisión. "No podemos ajustarlo a una realidad que está cambiando. No tendría sentido", puntualizó. Si no fuera así, los últimos cambios deberían hacerse por duplicado, con el consiguiente despilfarro económico.
Desde la oposición, mientras, lamentaron esta espera hasta que el depósito funcione a pleno rendimiento. La concejala de Bildu Itziar Amestoy insistió en que esta instalación podría usarse "ya" y no entendió que se espere a la canalización de los ríos, un panorama tras el que "igual no haría falta esta instalación". Desde el PNV también mostraron su preocupación por este tema y, desde el PSE, Marian Gutiérrez denunció que "no se puede tener paralizada una infraestructura durante no sé cuánto tiempo. Ya nos ha costado bastante dar salida a este proyecto como para ahora dejarlo parado".
siete millones en 2009 El depósito de Yurre se adjudicó en 2006 por 4,8 millones de euros, cuatro de ellos procedentes de fondos europeos. La instalación se impulsó para intentar remediar las inundaciones por las crecidas del Zadorra, pero su construcción se describió durante la pasada legislatura como "un completo desastre". Ha habido filtraciones de difícil solución, pruebas y auditorías. Y, a mediados de 2009, tras dos años de retraso en la obra, el entonces gabinete Lazcoz lanzó un ultimatum al anunciar que o se probaba que el depósito funcionaba o se descartaba. Entonces el presupuesto llegaba ya a los siete millones de euros aunque, por fin, el proyecto parecía funcionar.
Pero ya desde abril de 2010 se viene anunciando que la obra afronta sus últimos retoques. Hasta ahora. Y, a pesar de confirmar la próxima recepción de la obra, Comerón explicó que quizá el recinto debería ajustarse al nuevo panorama de canalizaciones en el sur. Eso sí, aclaró que el recinto "será fundamental en el saneamiento de la ciudad".