Vitoria. Todas las ubicaciones hasta ahora planteadas para la estación de autobuses han suscitado recelos. La terminal de Arriaga fue criticada porque se comía un trozo de zona verde, lo que obligó a constreñir las dársenas hasta reducir el mordisco al parque a la mínima expresión. En Euskaltzaindia lo que preocupa es la afección al tráfico, ya que la zona es de por sí conflictiva y está salpicada de centros educativos y residencias de mayores. Por eso, los técnicos encargados de la readaptación del proyecto han decidido crear dos entradas diferentes según el transporte: para autobuses, Donostia; para coches, Rafael Alberti. El equipo de gobierno asegura que con esta fórmula la congestionada rotonda de América Latina "no se verá afectada". ¿Y el resto del entorno?

Los autobuses accederán a la estación a través de un carril de entrada por la calle Donostia. La salida será por el mismo punto, con un raíl en sentido a Mendebaldea y otro hacia el bulevar de Euskalherria. En función del trayecto que cubran, optarán por una u otra ruta. Los vehículos particulares, por su parte, tendrán la entrada al parking subterráneo de 360 plazas en Rafael Alberti, a la altura de la tercera manzana. Esta decisión obligará a invertir el actual sentido de la vía, por lo que los coches entrarán desde la glorieta de América Latina y saldrán del aparcamiento girando el volante a la izquierda en sentido a Donostia.

La separación de autobuses y coches en los accesos a la estación no impedirá, en cualquier caso, la libre circulación alrededor de la parcela. No sólo la habrá sino que para algunos supondrá un incentivo, ya que el proyecto incluye plazas gratuitas de parking exprés -quince minutos- tanto en Rafael Alberti como en el bulevar de Euskal Herria. El resultado será sí o sí más tráfico y muy especialmente en Donostia, donde confluirán buena parte de los 63 autocares diarios previstos, los vehículos que salgan del subterráneo y los que procedan de los garajes particulares. Eso sí, América Latina, el punto al que ayer hizo mención el alcalde, saldrá mejor parada que si toda la circulación hubiera desembocado allí.

No obstante, Javier Maroto es consciente de la preocupación de los vecinos, que a su juicio se sustenta en la "desinformación". Por eso, se va a reunir con cada uno de los portales para explicar el proyecto al detalle.