Vitoria. La estación de autobuses estará en marcha en la plaza de Euskaltzaindia en 2014. Y punto. Así de seguro se mostró ayer el alcalde de Vitoria, el popular Javier Maroto, que quiso despejar con contundencia las nuevas "incertidumbres" surgidas en torno a la terminal. El primer edil insistió en diferenciar este proyecto del barajado por el anterior gabinete en Arriaga; porque tendrá unas dársenas más amplias, un parking con 360 plazas y una afección menor al tráfico, pero también porque no tendrá una consulta ciudadana. Maroto cerró la puerta a esta posibilidad, y dio por garantizado el apoyo de Bildu a este respecto.

El alcalde compareció ayer ante los medios de comunicación con la intención de atajar las dudas surgidas en torno a la estación, un tema muy dado a la polémica por la continua provisionalidad de la actual estación de Los Herrán -ya van 18 años en funcionamiento, y la cifra sigue en aumento-, por la afección al parque de su sustituta en Arriaga y, ahora, por su traslado a Euskaltzaindia. Maroto afirmó, una y otra vez, que este nuevo proyecto "se va a ejecutar", que tiene "garantías" para ser una apuesta de éxito, y que cuenta con el apoyo de Bildu, clave para seguir adelante con estos trámites y para rechazar la posibilidad de consultar a los vecinos sobre el recinto.

Maroto se mostró "muy tranquilo" a este respecto, a pesar de que Bildu precisamente ha hecho hincapié desde su llegada en la Ayuntamiento en la necesidad de fomentar la participación vecinal. Sin embargo el edil de la coalición Antxon Belakortu también recordó recientemente al PNV que tanto los jeltzales como los socialistas se pusieron "los tapones" la pasada legislatura cuando los vecinos pidieron -y realizaron- una consulta sobre la estación de Arriaga, por lo que ahora no tiene sentido que "nos exijan poner el altavoz".

La posibilidad de que este cambio de ubicación conllevara el inicio de un nuevo proceso de consulta había sembrado dudas sobre la promesa del gabinete Maroto de que este proyecto sería una realidad durante esta misma legislatura. Pero el alcalde hizo ayer referencia precisamente a la consulta realizada el 20 de febrero de este año en Arriaga, en la que el 98% de los votantes -hubo 2.679 papeletas- respaldó la defensa del parque, para argumentar que el proceso participativo en torno a la estación ya está realizado y "sus conclusiones fueron muy claras". Desde el punto de vista del alcalde, no se quería una estación en Arriaga pero, por contra, el proyecto de Euskaltzaindia "no genera tanto rechazo" como el previsto en Arriaga. E insistió en que es la "única alternativa" a este proyecto. Aunque no hizo mención a la apuesta del PNV de crear una estación al otro lado de Juan de Garay.

Por contra, Maroto volvió a defender que su proyecto de estación en Euskaltzaindia es "el mejor" planteado hasta la fecha. El Ayuntamiento dio la semana pasada nuevos pasos para reubicar la estación prevista en Arriaga en el socavón abierto por el BAI Center en Euskaltzaindia. Ya se conoce que esta apuesta tendrá un parking soterrado de 360 plazas -donde podrán aparcar vecinos y trabajadores del Gobierno Vasco, también habrá hueco para autobuses y se utilizará como aparcamiento disuasorio para evitar el paso de vehículos al centro de la ciudad-, que mantendrá las claves del proyecto de Arriaga y que los vehículos, en principio, accederían por la calle Donostia.

La afección al tráfico Maroto también analizó las dudas de los vecinos en torno a la afección al tráfico de este proyecto y las dificultades de su conexión con el tren. En primer lugar, el alcalde defendió que, dado que se reduce el impacto en un punto negro de la circulación de la ciudad como es América Latina, la mejora es "sustancial". Eso sí, siempre se refirió a la entrada de los autobuses por la calle Donostia como la propuesta de los arquitectos, pero no como una opción cerrada. En segundo, Maroto recordó que Arriaga tampoco era una estación intermodal, sino únicamente una terminal de autobuses, como ocurre con Euskaltzaindia.

El dirigente gasteiztarra anunció, además, que finalmente los trabajos de los arquitectos para ajustar el proyecto de Arriaga a Euskaltzaindia se han reducido de 900.000 euros a unos 700.000. Cabe recordar que el trabajo en superficie en Arriaga, sin aparcamiento, valía 680.000. Este proyecto readaptado estará listo en un plazo máximo de 36 semanas y l objetivo, según apuntó Maroto, es reducir en la medida de lo posible los tiempos, aunque no concretó más plazos. Sólo uno: que su "compromiso" es que la nueva terminal esté en marcha en 2014.