UNA escena se repite en las paradas del tranvía de Vitoria: la de personas mayores pidiendo ayuda para recargar la tarjeta BAT (Bidai Agire Txartela, que también sirve para abonar los autobuses urbanos), en los cajeros del recorrido. Los usuarios tendrán que acostumbrarse a este sistema, puesto que los empleados de la oficina del tranvía, situada cerca de la parada del Parlamento, ya no realizan recargas. EuskoTran ha decidido eliminar este servicio para mejorar la atención del local.

"Es una vergüenza. Es que la pantalla apenas se ve", lamentaba el pasado miércoles una señora precisamente en la parada del Parlamento, dirección hacia la Catedral, con una fila de siete usuarios detrás. "Ya no se puede hacer la recarga en la oficina, y esto no lo entiendo", criticaba mientras un par de chicas jóvenes cruzaban las vías para ingresar dinero en su tarjeta en la otra parada. Lo habitual, no obstante, es ver cómo los usuarios más acostumbrados a las nuevas tecnologías ingresan dinero en tarjetas ajenas, tras responder a la petición de "Por favor, ponme cinco euros, majo".

El sistema es sencillo y tiene aviso de voz, pero hay usuarios, sobre todos personas mayores, que se resisten a realizar el trámite. Pero ya no les queda otra que adaptarse. EuskoTran considera que, al dar por consolidado el servicio del tranvía y tras haber realizado una campaña de información directa a los clientes, era el momento de eliminar este servicio en la oficina de información de General Álava. Era habitual, hasta ahora, ver la máquina de recargas vacía y una larga fila para ser atendido por los empleados del local. Ya no será así. Un cartel anuncia en el escaparate que, desde el 23 de mayo, "no se efectuarán las recargas en el mostrador". El objetivo de EuskoTran es mejorar el servicio de atención directa al cliente, que se reserva para resolver dudas sobre el metro, presentar reclamaciones, como punto de entrega de objetos perdidos y como lugar de venta o renovación de la propia tarjeta BAT.

Mientras, desde la asociación de pensionistas, jubilados y viudas de Álava, las Cuatro Torres, lamentan que "cada vez a la gente mayor nos lo ponen peor. A alguien de 80 años tendrían que darle facilidades". El portavoz de la entidad, Antonio González, insiste en que no se trata de un caso único porque "ahora para pedir una cita en el ambulatorio por teléfono te piden referencias de la primera papilla que tomaste".

Desde EuskoTran explican que esta función de recarga siempre se ha podido realizar en las máquinas expendedoras de las paradas y, desde 2009, también en los cajeros de Caja Vital que tengan el distintivo BAT -la mayoría de los aparatos de Vitoria tiene esta opción-. EuskoTran defiende que esta ampliación de los puntos de recarga benefició sobre todo a las personas mayores, al poder completar esta labor "cerca de sus domicilios". Los usuarios del tranvía ahora tendrán que acostumbrarse a estas dos opciones para no perder el tren. No queda otra que pelearse con una máquina.