Darrun Hilliard (Pensilvania, 1993) será este domingo una de las principales amenazas del Río Breogán, club en el que recaló el pasado verano después de que el Baskonia, donde en 2018 comenzó su andadura europea, renunciara a sus derechos. Aunque sólo vistió un año como azulgrana, el escolta norteamericano guarda buenos recuerdos de su paso por Vitoria, algo que ha influido en su sorprendente decisión de fichar por el conjunto gallego tras perder su hueco en la Euroliga. Eso sí, ese cariño no evitará que intente por todos los medios ahondar en los problemas de su exequipo en la ACB.

¿Qué tal está yendo por ahora su nueva etapa en el Río Breogán? 

Muy bien. Si tuviera que elegir una palabra, le diría que está siendo una etapa de paz fuera de la cancha. Lugo es una ciudad tranquila, sin el ritmo frenético, el estrés y el tráfico de otras ciudades en las que he estado a lo largo de mi carrera. Lugo nos ha dado a mí, a mi mujer y a mis tres hijos la oportunidad de decelerar y huir del estrés de la gran ciudad.

¿Y en lo baloncestístico? 

También estoy contento. Han pasado muchas cosas con el cambio de entrenador y sustituciones dentro de la plantilla, pero el balance es positivo. Aún estoy aprendiendo y mejorando. Incluso a mi edad aún siento que me estoy volviendo mejor jugador y la experiencia me ayuda a afrontar distintas situaciones. Sigo teniendo las mismas ganas de ir a entrenar cada día y de jugar partidos, mi motivación está intacta.

“Nunca tuve ninguna conversación con el Baskonia ni la sensación de que quisieran renovarme. No es que me empujaran a irme, pero no tenía otra opción”

¿Qué es lo que le hizo firmar por el Breogán? ¿Es esa paz lo que buscaba? 

Desde luego, con tres hijos las prioridades cambian... Obviamente he disfrutado mucho de mis años de la Euroliga y es genial competir ahí, que no se me malinterprete. Jugar sólo una vez a la semana no es lo ideal, pero por otro lado estoy agradecido de estar en esta situación porque me da más tiempo para poder disfrutar de mis hijos y acompañarles en su crecimiento. La principal razón por la que vine, en cualquier caso, es porque me encanta España. Creo que la ACB es la mejor liga doméstica de Europa y así lo demuestra el rendimiento que dan los clubes españoles en todas las competiciones internacionales. El Baskonia aún tenía mis derechos y el Breogán trabajó en los despachos para hacer posible mi fichaje, así que sentí que era el momento ideal para volver a la ACB. Me gustaría retirarme en España, aún me veo jugando bastantes años más, pero ojalá pueda terminar mi carrera aquí.  

Se siente cómodo, vaya... 

Sí, la vida aquí va más con nuestro estilo. Además, mi mujer tiene familia en las Islas Canarias, todo suma. Es un gran país para vivir y para jugar a baloncesto.

¿Le recuerda su vida en Lugo a la que tenía en Vitoria? 

Se podría decir que sí, aunque entonces sólo tenía un hijo, la cosa cambia con tres (risas). Definitivamente, se parece. Ahora tengo una mentalidad diferente, soy algo más mayor, pero desde luego que hay similitudes. Vitoria es algo más grande, eso sí.

¿Está entre sus objetivos el volver a la Euroliga? Se hace raro no verle jugando allí... 

Sí, desde luego que he tenido que hacer un ajuste para adaptarme. Si tiene que llegar la oportunidad de volver a la Euroliga, llegará, hablaré con mi mujer sobre ello y si es el mejor lugar al que ir, iré, por supuesto. Hay varios clubes de la Euroliga en los que me encantaría jugar, pero también hay algunos equipos de la parte alta de la ACB que son muy buenos. En cualquier caso, tengo contrato con el Breogán. Me gustaría responderle a esa pregunta en unos meses si veo que voy a salir de Lugo, pero en estos momentos no miro más allá del Breogán.

Hilliard pasó una temporada en Vitoria-Gasteiz ACB Photo/A. Bouzo

Viene de anotar 28 puntos contra el Andorra y 18 ante el Leyma Coruña. ¿Está regresando a su mejor versión? 

Lo puede llamar así, pero esto es un deporte de equipo, los números individuales no son tan importantes. Es una buena sensación jugar bien, hacer lo que tu equipo necesita de ti y ayudar a ganar partidos, eran encuentros que además teníamos que ganar. Mi mentalidad es que no importa si anoto 28 puntos o reparto diez asistencias, yo estoy feliz si el equipo gana. Creo que mi currículum habla por sí solo, la gente sabe lo que puede esperar de mí como jugador y mi deber es mantenerlo y ayudar al Breogán a seguir sumando victorias. Respondiendo a su pregunta, estoy contento por jugar bien, pero más aún por los dos triunfos.

"Hay varios clubes de la Euroliga en los que me encantaría jugar, pero también hay algunos equipos de la parte alta de la ACB que son muy buenos"

El Baskonia fue su primer equipo en Europa. ¿Es especial cada visita al Buesa Arena? 

Sí, por supuesto. Cuando vienes a Europa siempre recuerdas tu primer club y esos momentos iniciales. Entrar en el gimnasio, ver el apartamento y en mi caso también el nacimiento de mi primer hijo. Vitoria es un lugar que voy a recordar siempre y en cuanto al club es bueno poder ver caras familiares. Muchas personas de mi etapa siguen allí y me alegra ver cómo algunos jugadores han crecido, evolucionado y asumido roles más importantes. Definitivamente, va a ser un buen partido, tengo ganas de que llegue ya.

¿Cómo ha sido su recibimiento las anteriores veces que ha venido? 

Se me recibió muy bien, aunque con el CSKA me quedé con mal sabor de boca porque perdimos y yo no jugué demasiado bien. La última vez con el Maccabi no me acuerdo cómo fue el partido, pero sí, los aficionados del Baskonia siempre me han mostrado cariño. Saben todo el aprecio que les tengo y el amor que tengo también por la ciudad. Como le he dicho, mi hijo nació en Vitoria, así que mi conexión con el lugar va más allá del baloncesto. Siento que los seguidores lo comprenden y el amor es mutuo.

Hilliard, durante un partido contra el CSKA de su etapa en el Baskonia Josu Chavarri

¿En qué piensa cuando se acuerda del Baskonia?

Lo primero que se me viene a la mente es el hotel en el que nos quedábamos todos los jugadores al llegar. También pienso en el momento en el que conocí a Toko Shengelia. Fue muy especial, él me introdujo al Baskonia y me explicó lo que era jugar para ese club de una manera en la que lo pudiera entender, siempre le voy a estar agradecido por ello. Me acuerdo de la primera vez que entré en el Buesa Arena y de posar en la grada con la bufanda para las redes sociales del club. También tengo muchos recuerdos del hospital por el nacimiento de mi hijo... Buenos momentos todos ellos.

Ahora ya sólo queda Tadas Sedekerskis en la plantilla de aquella etapa... 

Sí, cuando le hablaba antes de jugadores que han crecido me refería a él. Cuando estuve allí Tadas era el chico joven peleando por conseguir minutos y ser respetado en el vestuario y ahora es el capitán. Es genial ver a antiguos compañeros en roles importantes y logrando cosas grandes. Está haciendo todo lo posible para mantener bien alto el orgullo del Baskonia.

Cuando jugó en el Baskonia firmó por un año y luego se marchó al CSKA. ¿Tuvo oferta para seguir en Vitoria? 

Honestamente, nunca tuve ninguna conversación con el Baskonia ni la sensación de que quisieran que siguiera en Vitoria. Igual no me lo contó el agente, pero no creo que hiciera eso y no recibí ninguna comunicación del club. Cuando recibí la oferta del CSKA, la tuve que aceptar. No es que me empujaran a irme, pero no tenía otra opción.

Darrun Hilliard, durante un partido con el Maccabi de Tel Aviv Euroliga

Después de dejar Moscú comenzó la invasión a Ucrania y tras salir del Maccabi el conflicto de Gaza. Tuvo suerte, pero supongo que duele ver a esos clubes así. 

Totalmente. Al final he vivido en esas ciudades, he experimentado parte de su cultura, mis hijos y yo tenemos amigos allí... Es duro verlo, la guerra no beneficia a nadie y espero que todo termine por el bien de los países y también de los clubes. El Maccabi no puede jugar en su pabellón y el CSKA, que es un histórico de la Euroliga, ni siquiera puede participar. Por el bien de la gente de allí y de la liga, ojalá se pueda alcanzar una solución y todo vuelva a la normalidad.

“Es genial ver lo que ha crecido Sedekerskis, está haciendo lo posible por mantener alto el orgullo del club”

Volviendo a este domingo, usted conoce bien al Baskonia. ¿Qué clase de partido espera?  

Va a ser un partido duro. El Baskonia está pasando por una mala racha, con algunas lesiones, y ha perdido varios partidos que debería haber ganado, pero siguen siendo una plantilla talentosa. Es un gran equipo y cuenta con un entrenador extraordinario, para mí uno de los mejores de Europa. Nunca he jugado para Pablo Laso, pero sus números hablan por sí solos. Creo que es una bendición para el Baskonia tener un técnico así. Por otro lado, nunca es fácil jugar en el Buesa Arena, los aficionados van a apretar y darle intensidad. Nosotros tenemos que salir a disfrutar y a hacer nuestro baloncesto.

¿Les da esperanzas el precedente de Girona hace una semana? 

Bueno, yo siempre voy a un partido pensando que podemos ganarlo, me da igual el rival. Luego la cancha puede decir lo contrario, pero siempre creo en la victoria. Como decía, el Baskonia no está en su mejor momento, pero tampoco hay que restar mérito al Girona. Es un gran equipo, están motivados desde la llegada de Moncho Fernández y están jugando muy bien.

El Breogán también ha mejorado con la llegada de Luis Casimiro. ¿Qué es lo que ha cambiado? 

A veces simplemente el cambio es necesario, lo quieras o no. Cambiar de entrenador supone no mayor presión, pero sí más autoexigencia para intentar ser importante. Luis Casimiro es un gran entrenador, tiene una carrera impresionante y aprendo algo de él casi a diario. Sabe mucho de baloncesto y también es una buena persona. Entre eso y la mayor autoexigencia le hemos dado la vuelta a la situación.

"Ojalá sea recibido con un aplauso, me haría mucha ilusión. Espero que se mantenga el amor y la amistad con ellos"

¿Se siente un líder dentro del Breogán por su experiencia y peso en el ataque?

Sí, creo que aunque no quisiera ser un líder, tendría que serlo de todas formas. Llevo más años como profesional que mis compañeros y eso me empuja a dar un paso al frente. Quintela es el capitán, Nakic y Sakho llevan bastante tiempo aquí y por ello no me considero un líder, sino un colíder. Intento pasar más tiempo que el resto trabajando, dar ejemplo y guiar a los jóvenes con mi experiencia. 

¿Le gustaría terminar con un mensaje para el baskonismo?

Que ojalá sea recibido con un aplauso, me haría mucha ilusión. Espero que se mantenga el amor y la amistad con ellos, lo que pasa luego durante el partido no es nada personal, es mi trabajo. Os deseo todo lo mejor, tanto al club como al equipo y a los aficionados. Estoy emocionado por poder ver de nuevo a todo el mundo, aunque ojalá al final del partido sea el Breogán el que esté más contento.