vitoria. El gabinete de Javier Maroto anunciaba el martes el inminente recorte en tres pluses de los trabajadores del Ayuntamiento. Ayer, y pese a ser día festivo para los funcionarios, se mascó el que podría ser el preludio de una nueva etapa de protestas y movilizaciones. Era de esperar, porque los populares han incumplido el compromiso prevacacional de abordar estos tijeretazos con el comité de empresa. Según informó una de las representantes sindicales del Consistorio, Mónica Ibarrondo, los empleados del Servicio de Jardines -los únicos sin fiesta ayer, día de San Mateo-, no acudieron a su puesto laboral a las siete de la mañana, hora de entrada. A las once y media, tras una reunión, decidieron reincorporarse. Como gesto de buena voluntad, pero con la mosca detrás de la oreja, "porque esto es una auténtica tomadura de pelo".

Hoy, el comité de empresa celebrará una reunión con Función Pública. Espera que se les clarifique los criterios utilizados para aplicar los recortes. La intención del equipo de gobierno es que desde este mes los funcionarios dejen de percibir los complementos que ingresaban hasta ahora por trabajar por las noches o en festivos incluso estando de vacaciones, así como el plus por conducir a menos de que sus atribuciones laborales conlleven desplazamientos en coche. Dos medidas a las que se sumará la eliminación del complemento del economato, con el objetivo último de reducir el déficit público. "No nos han dado cifras del dinero que se obtendría, pero está claro que el ahorro sería nimio. Además, el plus de conducir es por disponibilidad, no por tener coche", sostuvo Ibarrondo.

Tras la reunión, el comité de empresa tiene previsto celebrar una asamblea general. "A partir de ahí, veremos si hay que llevar a cabo actos de protesta. No estamos de acuerdo con los recortes y necesitamos claridad", apuntó la representante sindical. La buena voluntad mostrada por el edil de Función Pública, Manu Uriarte, de restablecer el diálogo con los funcionarios hace aguas. Y no sólo por estos recortes. Ayer, el comité de empresa denunció la situación laboral de los trabajadores del Servicio de Participación Ciudadana. Según dijo, está en contra de que "el trabajo realizado por ocho personas contratadas por una empresa de servicios lo vayan a realizar tres empleados municipales procedentes de otros servicios". Una decisión realizada "sin negociar con los sindicatos, sin dar publicidad al procedimiento, con el claro objetivo de reducir personal y mermando la calidad del servicio".