Vitoria. En los últimos años, Vitoria ha ensanchado sus caderas para satisfacer la demanda de vivienda. Por eso, durante la pasada legislatura el Ayuntamiento gasteiztarra se comprometió a hacerla crecer hacia dentro antes de que rompiera las costuras. Así surgió la idea de compactar Salburua y Zabalgana, pero también la de sacar de las tinieblas a los viejos barrios de la ciudad. El gabinete de Patxi Lazcoz puso sobre la mesa el Plan Renove, una apuesta por resucitar los distritos más degradados derribando antiguos inmuebles y construyendo VPO donde trasladar a sus dueños. No funcionó. Tanteó a Zaramaga, Ariznabarra, Adurza... Pero sólo salió adelante en Esmaltaciones. Y ya no habrá más intentos. El equipo de gobierno de Javier Maroto ha decidido paralizarlo. A cambio, se compromete a impulsar un plan de rehabilitación de la Vitoria obrera. Mejorar lo que ya existe. Sin cambios radicales.

"Los propios técnicos dicen que el Renove no es sostenible, ni desde un punto de vista social ni económico. Hay que apostar por la rehabilitación", subrayó ayer el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica. Esta línea de trabajo, que contempla tanto los viejos edificios como los espacios públicos, será una de las grandes prioridades de su departamento y se impulsará "a corto plazo". Las intervenciones, según dijo, permitirán mejorar la eficiencia energética, la ventilación, accesibilidad y habitabilidad de las viviendas. Un proceso que partirá con un estudio previo y que concluirá con otro después de las obras para asegurar la efectividad de las medidas impulsadas.

Para llevar a cabo estas acciones, el equipo de gobierno se compromete a crear un plan centralizado dirigido desde el Ayuntamiento que tendrá en cuenta tanto los informes de necesidades ya existentes" dentro del Consistorio como la voz de los vecinos. "Queremos que sea un plan sustentado en la participación ciudadana", destacó el concejal de Urbanismo. Pero como tan importante como lograr un buen diagnóstico es disponer de recursos para poder operar, el primer paso que piensa dar Urbanismo es "recabar todas las ayudas y subvenciones existentes en las instituciones vascas y europeas".

Esta estrategia está llamada a ser una de las patas del futuro Plan General de Ordenación Urbana, documento que rige el desarrollo de la ciudad y que el PP quiere tener aprobado para el primer trimestre de 2014. Por eso, Garnica ya ha convocado a todos los grupos a una ponencia que permita confeccionar "desde el consenso "una ciudad "sostenible" que tenga por lema "crecer hacia dentro". Entre las líneas de acción, Garnica baraja favorecer la mezcla de viviendas, comercios y equipamientos en los nuevos barrios -no concretó más-, la puesta en valor del patrimonio cultural y natural, y una Gasteiz neutra en carbono.