Vitoria. "No se va a despedir a ningún empleado municipal". El concejal responsable de Función Pública, Manu Uriarte, descartó ayer de esta forma tan clara que el gabinete Maroto baraje aligerar la plantilla del Consistorio para así hacer frente a la crisis económica. El representante del ejecutivo insistió en que es necesario que el Ayuntamiento "optimice sus recursos" y, ante la suspicacia de la oposición -que no ocultó su temor por que este proceso se traduzca en ceses-, detalló que "esto significa que habrá que hacer más con menos".

Uriarte insistió en que el Ayuntamiento "no pasa una época de vacas gordas", por lo que resulta imprescindible "adaptarse a los tiempos". Otra cuestión es cómo será ese proceso. El concejal recordó que su voluntad es dialogar con los sindicatos para buscar fórmulas, que el objetivo es implicar a la plantilla, que se estudiarán medidas para reducir las ausencias del trabajo y que habrá que controlar el gasto. En este sentido, se reafirmó en que resulta necesario "adecuar los servicios a las demandas y necesidades de los ciudadanos", pero también "a las competencias municipales".

El gabinete Maroto ahonda, así, en su apuesta por la austeridad y por la necesidad de "repensar" ciertos servicios y cómo se ofrecen. El ejecutivo ya abrió este debate a finales de julio, después de salir a la luz un informe del interventor general -órgano de control económico del Ayuntamiento- en el que advertía al Consistorio de la necesidad de aumentar el ingreso corriente -como los impuestos, tasas o precios públicos- o bien de limitar el gasto corriente -donde se incluye el de Personal-, en lo que calificó como un problema "estructural" de la institución municipal. El ejecutivo abogó entonces por utilizar una solución intermedia, aunque el debate clave entre los partidos tendrá lugar en la inminente ponencia sobre fiscalidad. Pero las palabras de Uriarte aclaran este panorama al no apostar por los despidos pero sí por ajustar ciertos servicios.

La promesa fue resaltada por el resto de los grupos -el PSE, por ejemplo, reveló que el runrún en la Casa Consistorial apuntaba a que habría despidos-, antes quienes Uriarte compareció en comisión para dar a conocer las líneas estratégicas de esta legislatura en materia de Función Pública. El concejal del PNV Iñaki Prusilla mostró su preocupación por qué entiende el PP por optimizar recursos y, al igual que el PSE, se preguntó cómo actuará el ejecutivo local para lograr reducir antes de fin de año su gasto en Personal en cuatro millones de euros, como exige el decreto del Gobierno central para limitar el déficit.

Desde el PSE, Marian Gutiérrez también exigió novedades en la lucha contra el absentismo y, en especial, para controlar las bajas de corta duración. Y, finalmente, el portavoz de Bildu, Kike Fernández de Pinedo, advirtió al equipo de gobierno de que, en caso de optar por la "salida fácil" de las subcontrataciones para limitar gastos, "nos encontrará enfrente". Este debate en general sobre el gasto corriente promete marcar el nuevo curso político, y el propio Uriarte reconoció que "urge" tomar decisiones.