Vitoria. Los 660 largos metros que hasta ahora recorría ininterrumpidamente la línea 5 desde las faldas de Borinbizkarra hasta Beato Tomás de Zumárraga -y viceversa- ya son historia. Desde mañana, empezarán a funcionar dos nuevas paradas en la avenida de Los Huetos con el propósito de mejorar el acceso a la red de transporte urbano colectivo de los vecinos de este nuevo pero cada vez más poblado sector de Zabalgana. "Algunas viviendas ya están habitadas y en breve habrá en esta zona un número muy importante de pisos entregados. Por eso, se ha tomado esta medida", explicó ayer el gerente de Tuvisa, Javier Latorre.
La parada en dirección al centro se sitúa en el cruce de la avenida de Los Huetos con la calle Jerónimo Roure, mientras que la que mira hacia Ali se sitúa en el número 2 de Los Huetos, frente a Hans Christian Andersen. Al principio se señalizarán con un poste, como otras tantas en los viejos y nuevos barrios de la ciudad, pero se prevé habilitar marquesinas en próximos meses ya que todo indica que serán apeadores de uso frecuente. La demanda vecinal se ha hecho oír alto y claro últimamente.
Para los usuarios de la larga línea 5 que nunca llegan a pisar Borinbizkarra, la inclusión de las dos paradas no les obligará a introducir ningún cambio en sus rutinas. Latorre garantizó que el servicio "mantendrá sus itinerarios y horarios" como hasta ahora, "sin perder ni un minuto". Se podría decir, por tanto, que estamos ante una buena noticia para todos. Pero no. A la asociación vecinal Zabalgana Batuz, que llevaba tiempo reclamando mejoras en las líneas de Tuvisa que operan en los distintos sectores del barrio, se le quedó un sabor agridulce tras conocerla. "Es una medida positiva, pero insuficiente", opinó este colectivo.
"Únicamente se establecen dos paradas más próximas en la misma avenida de Los Huetos, donde ya se paraba. Es un avance tímido y provisional. Y aunque supone una mejora del servicio y la consideración de esta zona como parte urbana con derecho a los servicios municipales, no es suficiente", subrayó Zabalgana Batuz. Esta asociación quiere ir más lejos y apuesta por realizar un estudio para diseñar e implantar una línea propia en el barrio, especialmente para los sectores de Borinbizkarra, Elejalde y Aldaia. La reflexión de Tuvisa difiere, sin embargo, de las pretensiones de estos vecinos.
Latorre reconoció que ahora mismo "no hay previsto introducir nuevos cambios" en la red de autobuses urbanos de Vitoria. Hace menos de un año que se introdujeron 18 modificaciones a petición de los colectivos vecinales de la ciudad, por lo que "no tienen cabida" novedades tan pronto. Además, añadió a modo de justificación, Tuvisa está funcionando "perfectamente". En lo que vamos de año, el uso de este servicio ha crecido el doble que el tranvía. "Así que aunque creo que habrá que seguir introduciendo mejoras, porque entiendo que todo el mundo quiere tener el mejor transporte público, no hay que volverse locos", subrayó.
Las deficiencias detectadas tanto por Zabalgana Batuz como por la asociación Pasabidea en el servicio de Tuvisa no son tales para el gerente de la sociedad municipal. "Las líneas 4 y 7 funcionan muy bien, y además están entre las más usadas de la red. Respecto a la lanzadera de Aldaia, su frecuencia es la misma que la de una línea ordinaria y en julio, por dar un dato, se registraron 7.306 viajes", defendió Latorre. Los colectivos vecinales, sin embargo, se mantienen firmes. Exigen al Ayuntamiento más previsión sobre la ocupación de viviendas en los nuevos sectores para, además de diseñar líneas de bus adecuadas a la demanda, dotarles de servicios a tiempo. Limpieza, iluminación y mobiliario urbano son aún, dicen, asignaturas pendientes.