vitoria. No hay sitio en Gasteiz donde los perros puedan estirar las patas sin tener que llevar correa. La ordenanza de tenencia de animales exige que, tanto en las vías y parques como en cualquier otro lugar de tránsito de personas, los canes vayan sujetos para evitar sustos y facilitar la convivencia. Una normativa que incluye a todos, desde los más pequeños hasta los de razas peligrosas, pero que en multitud de ocasiones no se cumple pese a las sanciones. Algunos dueños alegan falta de información y unos cuantos ciudadanos les acusan de incivismo, pero en lo que muchos vitorianos de uno y otro bando están de acuerdo es en que este conflicto podría apaciguarse si se crearan zonas especiales donde las mascotas pudieran desahogarse con plena libertad sin molestar a nadie.
La demanda se palpa pie de calle y en los canales de participación vecinal, aunque para el Ayuntamiento esta opción es una vieja conocida. Hace un año y medio, hubo un intento para habilitar en algunas zonas de equipamiento de la ciudad áreas donde los más de 16.000 perros censados del municipio pudieran desahogarse sin ataduras. "Pero la idea no llegó a funcionar", apuntan escuetamente desde el Consistorio a preguntas de varios usuarios del buzón ciudadano. Los solicitantes no creen que sea tan complicado acotar zonas de esparcimiento para perros puesto que otras localidades españolas ya los tienen o están en ello, como La Laguna, Ceuta, Mérida o Logroño. Y estas ciudades ni son tan verdes ni tienen la corona que así lo atestigua. "Tanta Green Capital, tanto parque, pero para todos menos para nuestros animales. No es justo", critica Sergio González, dueño de un juguetón jack russel terrier.
Idoya no tiene perro, ni quiere, pero comparte la opinión de Sergio. "Creo que nuestra ciudad es idónea para albergar este tipo de parques, ya que es de las más verdes de España. Y, de esta forma, a quienes no les gustan los perros o les dan miedo no tendrán que soportarlos sueltos, como sucede ahora". A pesar de las sanciones que contempla la ordenanza, la falta de alternativas anima a muchos dueños a utilizar los jardines como las zonas de esparcimiento que reclaman. Es habitual ver canes sin correa en Aranbizkarra, Salburua, Zabalgana, Ibaiondo... "Los hay incluso de raza peligrosa. A mi hija le atacó una vez un boxer", apunta Pedro, vecino de San Martín. "Y si dices algo, encima te echan en cara que no tienen por donde pasear en paz", añade María, quien confía en que Vitoria dé el paso que otras ciudades ya han protagonizado "por el bien de todos, personas y animales".
presión en donostia A sólo 113 kilómetros de aquí, en San Sebastián, la demanda para la creación de zonas de disfrute canino se ha convertido en clamor. El pasado mes de julio, el Consistorio donostiarra recibió 4.000 firmas de dueños de perros que habían decidido organizarse tras largo tiempo sintiéndose acosados por la Policía Local. Según alegan, la Ley de Protección de los Animales del Gobierno Vasco obliga a las ciudades en su artículo 12 a habilitar áreas debidamente señalizadas para el esparcimiento de las mascotas. Un argumento que, sumado a la presión de las rúbricas, consiguió arrancar del Ayuntamiento el compromiso de tener una respuesta para septiembre. "Y aquí creo que también deberíamos organizarnos. Estamos hablando del desarrollo y bienestar de unos seres vivos. Además, la normativa autonómica está de nuestra parte, así que ha llegado la hora de reivindicar lo que nos merecemos por ley", subraya Luis, compañero de piso desde hace tres años de Thor.
Como en San Sebastián, en la capital alavesa también han aumentado las denuncias relacionadas con perros. En 2009, último año del que se proporcionaron datos, la Policía Local tramitó 142, tres veces más que en el ejercicio anterior. Y la causa principal de las infracciones fue pasear a un can normal -no considerado potencialmente peligroso- sin correa. Por eso, los dueños empiezan a sentirse "perseguidos", mientras que quienes no tienen mascota creen que sigue pesando la manga ancha de los agentes sobre el cumplimiento estricto de la ordenanza.
"Se ven perros sueltos todos los días por todas partes. Y aunque llames a la Policía, al día siguiente vuelven a estar ahí", critica Aitor. No obstante, este vitoriano comparte la petición general de crear zonas de esparcimiento. "Así los dueños ya no podrían poner excusas y los demás pasearíamos tranquilamente por nuestras calles", apunta, al tiempo que exige firmeza para acabar con las deposiciones en la vía pública. Claro que ese es otro hueso duro de roer.