Vitoria. Es la crónica de una marcha anunciada. Gonzalo Arroita, responsable desde hace tres años de la Agencia para la Revitalización de la Ciudad Histórica (Arich) abandonará el puesto el próximo otoño, según confirmaron ayer tanto el alcalde, Javier Maroto, como el propio director de la Arich.
La decisión ha sido adoptada de "mutuo acuerdo" -aseguraron ambos-. Arroita ya anunció hace ocho meses su intención de dejar un puesto para el que se comprometió durante tres ejercicios. Y así ha sido. Tras doce años de ajetreado trabajo, primero al frente de la restauración de la Catedral Vieja y después en la revitalización del centro histórico, Arroita se tomará seis u ocho meses antes de adentrarse en un nuevo proyecto. Estos meses colaborará con el ejecutivo del PP para lograr "una transición tranquila" en el seno de la Agencia, porque "lo importante son los proyectos, no las personas", señaló Maroto.
El director de la Agencia deja su actual ocupación "satisfecho" y "muy contento" con la labor realizada, pero también consciente de que es mucho el trabajo que queda por hacer en el barrio. "Recuerdo que hace apenas tres años, cuando llegué, el setentaitantos por ciento de la población creía que el Casco Viejo era irrecuperable...", rememora. Sin embargo, en su haber tiene logros como la compra de locales para activar el comercio y la hostelería, las reformas de las calles, la compra del Escoriaza-Esquível, los cimientos del centro de pelota, proyecto que heredará su sustituto... También algún pero, puesto que su trabajo no ha agradado a una parte del vecindario. Aun y todo espera que, tras su marcha, se siga en la línea marcada hasta ahora porque lo que el Casco necesita es "consenso y mayorías muy amplias en el Ayuntamiento", apunta.
La marcha de Arroita y de otros asesores de la era socialista, como Farto o Villar, es el adiós a la legislatura de Lazcoz y da paso al gobierno de Maroto.