vitoria. Cuando Javier Maroto era la mano derecha de Alfonso Alonso y concejal de Hacienda del gobierno popular, se eliminó de la Mesa de Contratación al resto de formaciones municipales de la oposición. Fue una decisión que levantó ampollas, porque este órgano es el encargado de estudiar todos los contratos y proponer las adjudicaciones de los concursos a las empresas privadas. Por eso, Patxi Lazcoz la revocó nada más tomar el mando de la ciudad. Y aquel edil del PP convertido desde este sábado en alcalde de Vitoria ha querido respetar la herencia socialista en vez de volver a los viejos tiempos.

"Mi objetivo es la normalidad y la transparencia. Todos los grupos sin excepción van a tener acceso a la información de la contratación que hace el Ayuntamiento", prometió ayer Maroto tras la constitución del organismo. Fueron prácticamente las mismas palabras que Lazcoz usó en su momento, aunque en un contexto muy distinto porque a él le persigue el pasado. Tanto llegó a molestar el blindaje de la Mesa de Contratación en la legislatura de Alonso que meses después fueron los representantes del PSE, PNV, EB y EA quienes desalojaron al PP del sillón de mando de la sociedad encargada de impulsar la modernización del Casco Viejo ante la falta de confianza en su responsable, Jorge Ibarrondo; el mismo que se vio inmerso en los escándalos de Ali e Ibaiondo -de los que salió finalmente absuelto-.

El presente, en cualquier caso, pinta conciliador. Manu Uriarte, concejal de Hacienda y Función Pública, se ha erigido como presidente del organismo. El edil del PNV Iñaki Prusilla y la concejala socialista Marian Gutiérrez -ex de Hacienda- serán los vicepresidentes, así como vocales de sus grupos; un cargo este último que en el caso de Bildu lo ostentará Antxon Belakortu. A todos ellos los acompañarán, además, el interventor del Ayuntamiento, la secretaria del Pleno y el titular de la asesoría jurídica.