vitoria. Los colectivos vecinales y sociales que trabajan por Vitoria se cuentan por decenas. Y tanto esta abundancia, como los dispares posicionamientos ideológicos que los caracterizan conducen a una fragmentación que no siempre ayuda a que las reivindicaciones lleguen con fuerza al Ayuntamiento. Sin embargo, tras una legislatura conflictiva por la actitud del equipo de gobierno ante la participación ciudadana, todos se han dado cuenta de que detrás de las reclamaciones subyace una misma sensación: según dicen, se ha perdido el respeto a la voluntad popular. Por eso, han decidido hacer piña tras una misma pancarta para exigir que se tenga consideración al sentir de los gasteiztarras ante los diferentes proyectos de ciudad.

Más de treinta asociaciones participarán el 7 de mayo en una manifestación que podría considerarse histórica por la unidad demostrada. El acto fue ideado e inicialmente firmado por colectivos marcados por un posicionamiento de izquierdas o abertzale, como las asociaciones de vecinos del Casco Viejo, centro, Olarizu, Abetxuko, Aranbizkarra, Zaramaga, Coronación, Salburua, Zabalgana, Judimendi y Adurza, o grupos sociales como Bilgune feminista, Aran Emakume Taldea, SOS Racismo, Elkartzen, AHT Gelditu, la plataforma en defensa del hospital Santiago, Gasteiz <0,1, Antenarik ez Gasteiz o Gasteizko Bertso Eskolak. No obstante, a posteriori se ha unido la federación de Vecinos de Vitoria y Álava, que desde su puesta en marcha como la renovada Fava ha tratado de enterrar los intereses partidistas de derechas que caracterizaron a las anteriores directivas.

La marcha, que arrancará desde la plaza Bilbao a las 18.00 horas bajo el lema Sí a la participación ciudadana, respeto a la voluntad popular, se sustenta en un manifiesto en el que los colectivos critican "el veto" del Ayuntamiento a la colaboración de los representantes vecinales y sociales en el devenir de Vitoria. Por eso, al margen de la pancarta, cada uno de ellos concretará el sentir común a través de sus luchas particulares, que en algunos casos también coinciden ya que hay asociaciones que a su vez forman parte de plataformas configuradas en torno a proyectos determinados. En ese contexto, se hará visible la exigencia de paralizar y replantear el BAIC, la petición de elaborar una ordenanza de antenas de telefonía más restrictiva, la necesidad de atender al resultado de las consultas populares -como las de Arriaga o el tranvía de Abetxuko-, las críticas a la redensificación y la apuesta por una estación intermodal sin afección para el parque.

"El objetivo de la manifestación es que la próxima Corporación se comprometa a respetar e impulsar la participación ciudadana", subraya el veterano Guillermo Perea, quien considera que el movimiento vecinal de Vitoria está "más fuerte que nunca" y es "el más fuerte" de Euskadi. "Hemos iniciado una nueva era con las consultas populares, y eso es muy importante", añade, aunque al mismo tiempo afirma que la relación del Consistorio con los colectivos pasa por "el peor" momento. "El alcalde trata de entorpecer nuestras acciones. Dice que el BAIC es ya imparable para que la gente dé la lucha por perdida o dificulta la celebración de una votación, como la de la estación de Arriaga, obligándonos a desembolsar 5.000 euros y no poder abonar los gastos mensuales de oficina. Pero por eso hay que trabajar más". Es un diagnóstico que también comparte Ángel Lamelas, presidente de VVA. "Se nos vuelve a notar mucho. Pero al que gobierna no le gusta oír críticas. Nos está dando la espalda", denuncia. Y recuerda: "es un derecho del vitoriano participar en las decisiones de la ciudad.

Por eso, la masa vecinal y social anima a los vitorianos a mostrarles su apoyo firmando el manifiesto. El día de San Prudencio, varios representantes ciudadanos colocarán un puesto a partir de las 10.00 horas a la entrada de las campas para recabar más rúbricas y repartir 6.000 folletos. Además, hasta que llegue el día de la marcha, cada colectivo realizará distintas acciones a modo de entrantes como las que ya se han celebrado en las últimas semanas -la cacerolada en Abetxuko en contra del actual diseño del tranvía en el barrio o las concentraciones en Arriaga-. "Y también hemos puesto pancartas en las vías rápidas de la ciudad para informar sobre la manifestación", apunta Perea. En el puente de Juan de Garay ya ondea una.