vitoria. La constructora de la malla de Borinbizkarra valoró ayer el acercamiento con los adjudicatarios. Desde la empresa Palmiro insistieron en que su voluntad pasa por negociar y que "nuestro ánimo no es pelearnos con nadie". Y precisaron que no han cambiado de opinión a pesar de que hoy presentarán las alegaciones contra la decisión del Ayuntamiento de Vitoria de parar la obra. Las mismas fuentes insistieron en que su objetivo es probar que, en todo momento, se ha cumplido la legalidad y con el proyecto aprobado. Por lo que insisten en que el problema ha sido que la medida, simplemente, no ha gustado.

La polémica en torno a esta malla, instalada para rematar una fachada en uno de los dos bloques de una promoción municipal de VPO, parece por fin aclararse. Diez representantes de los 84 adjudicatarios se reunieron anteayer con el responsable de Palmiro para intercambiar opiniones. Por un lado, los propietarios ya habían mostrado sus dudas sobre la seguridad de esta malla metálica y sobre si esta solución se ajusta al proyecto aprobado. Por otro, la constructora defendió que "nunca ha habido mala fe", que la mencionada malla es legal y que es una de las opciones que podían instalarse al cumplir el proyecto.

Es decir, que entre el abanico de posibilidades que se permitía en ese documento se optó por esta vía, que el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, comparó con un alambre de "gallinero". Desde Palmiro, mientras, consideran que la malla "puede gustar o no", pero no tildarse de ilegal porque, según defienden, cumple las exigencias de seguridad.

El compromiso de la constructora con los adjudicatarios ahora es el de volver a convocarles a una reunión para hablar de las posibles alternativas a la malla. Palmiro insiste en que, pese a lo que se ha hablado sobre el carácter sinuoso de las terrazas y las aparentes dificultades para optar por otra vía que no sea la malla, no habrá problemas. Por el momento, no concretaron esas soluciones.

Para ello, confiaron en abordar el tema en una nueva reunión con el Ayuntamiento de Vitoria. Por el momento, hoy concluye el plazo para que la empresa presente sus alegaciones a la decisión del primer edil de frenar la obra. Esta medida, adoptada el pasado día 1, da un plazo de diez días a la empresa afectada para presentar sus alegaciones. Fuentes municipales confirmaron que, hasta el momento, no hay noticias de ese paso, pero desde Palmiro aseguraron que lo formalizarán hoy. En cualquier caso, la empresa insiste en que se trata de un trámite obligado y no de un cambio de opinión. "Nadie busca gratuitamente un enfrentamiento, así que lo que queremos es hablar con el Ayuntamiento y buscar una solución".

Otra cuestión es cuándo se procederá a la retirada de la malla. Todavía no se ha hablado de fechas, puesto que hay que solventarse todo el trámite de la paralización de la obra. Representantes de los vecinos, en cualquier caso, aseguraron que el paso clave en este sentido fue frenar la instalación de la malla y, ahora, buscar otras soluciones, a pesar de que se trata de una promoción que debía afrontar ya la renta final de su construcción.