vitoria. El Ayuntamiento de Vitoria parece haber asumido que no debe seguir expandiendo la ciudad. Con la construcción de Lakua, Salburua y Zabalgana, la capital alavesa ha duplicado el uso del suelo, cuando su población sólo ha crecido un 20%. El propio alcalde, Patxi Lazcoz, reconocía esta pasada semana durante el I Encuentro Internacional de Ciudades Sostenibles que ha habido errores en la planificación de los nuevos barrios.
¿Le ha sorprendido oír al primer edil diciendo que el Ayuntamiento se ha equivocado?
Han sido datos que nunca hemos ocultado. Esta legislatura hemos puesto encima de la mesa la necesidad de redensificar los barrios y, de hecho, en el dossier que enviamos hace dos años a la Unión Europea para presentar nuestra candidatura a la Green Capital reconocíamos que se había realizado un excesivo consumo de suelo para el crecimiento de la población que se preveía. En este sentido, es una virtud reconocer estos errores. Necesitamos crecer hacia dentro.
Entonces, ¿se ha tomado buena nota de las recomendaciones que dio el jurado en Estocolmo?
Claro. Nuestra obligación es reaccionar frente a los datos nuevos. El precio de la energía se está disparando en los últimos tiempos y uno de los retos que nos hemos planteado es que la ciudad reduzca su consumo sin variar la calidad de vida.
¿Se podría decir, entonces, que el despilfarro energético ha sido una de las consecuencias más negativas de esta planificación de ciudad?
Digamos que es el modelo Mediterráneo del uso de la energía, que siempre nos parece poco. Con eso de que la noche es nuestra, lo tenemos todo completamente iluminado y Vitoria no es especial en eso, aunque estemos mejor que otras ciudades. Pero el estándar de iluminación supera a los países europeos.
Con lo ocurrido en Japón y la subida del precio del petróleo, se hace inviable continuar con el ritmo de gasto energético actual. ¿Considera que puede ser el detonante para replantearse el desarrollo actual de ciudad?
Nosotros antes de lo de Japón ya habíamos aprobado por unanimidad en la Corporación municipal un plan de lucha contra el cambio climático que conlleva un freno importante en el ritmo del consumo energético, empezando por el propio Ayuntamiento. En Vitoria existen más de 250 edificios municipales, algunos son nuevos y eficaces energéticamente, pero otros están obsoletos. En éstos hay que realizar las inversiones necesarias para que no se consuma tanto, y más aún cuando la energía no es nuestra. En este sentido creemos que los funcionarios tienen que dar ejemplo.
¿Cómo?
Es conveniente que exista en los edificios una persona que diagnostique permanentemente los malos usos que se realizan de las luces. El reto está precisamente ahí. El alcalde nos ha empujado a marcarnos para el año que viene una reducción del consumo importante.
Un 5% concretamente. ¿Qué otras medidas van a emplear para ello?
La primera actuación concreta va a ser realizar un diagnóstico de la situación de los edificios municipales. Además, entendemos que debemos acelerar el proceso de modernización de la iluminación externa de la ciudad. Ahí hay también un trabajo tecnológico, por ejemplo la instalación de los reguladores de flujo, que ya existen en los polígonos industriales, porque no es igual la necesidad de luz a las ocho de la tarde que a las cuatro de la mañana.
Como director del Departamento de Medio Ambiente y ahora que el debate está en la calle, ¿cree que actualmente se puede prescindir de las centrales nucleares?
Por de pronto los alemanes van a cerrarlas. Yo no conozco a ningún político de Vitoria ni de sus alrededores que apoye la central que tenemos aquí cerca, la de Garoña. Pero para eso también hace falta readaptar los usos y, claro, no queremos cambiar los patrones de consumo. De todos modos creo que España será de los países más avanzados en el desarrollo de las energías alternativas.
Retomando el tema de la ordenación de los nuevos barrios al que hacía referencia el miércoles Lazcoz. ¿Cree que uno de los principales errores ha sido planificar únicamente desde el Departamento de Urbanismo, sin tener en cuenta a Medio Ambiente, por ejemplo?
Cada vez tenemos más claro lo que significa la sostenibilidad en las ciudades, y cuando se planificó Lakua, que fue el primer barrio con defectos, se pensaba que se estaba haciendo el urbanismo más avanzado. Más tarde se vio que eso no era así. Son errores que nos va a costar superar, pero que son comprensibles. Hace unos años nuestro ideal de vida era una vivienda individual alejada de los núcleos urbanos y el coche delante de la puerta. El coste de eso es enorme. Una ciudad que sea capaz de mantener sus recursos de cara al futuro necesita este tipo de cirugía urbana.
¿Por eso es necesario entonces la redensificación?
Sí. Es imposible seguir consumiendo suelo externo. Lo que ocurre es que algunas asociaciones de vecinos lo están planteando como que va a ser aquí y ahora, y lo que estamos diciendo es que en el nuevo plan de ordenación urbana tenemos que prever las necesidades de crecimiento para los próximos 20 ó 30 años.