Cuando la malvada reina se miraba en el espejo, éste le decía que era la más hermosa de todas las mujeres de la tierra. Y así se repitió el mensaje, un día tras otro, hasta que su hijastra, Blancanieves, cumplió siete años. Para Vitoria, la apuesta por convertirse en una ciudad más sostenible no es un cuento, pero si algo tiene muy claro el Ayuntamiento es que hace falta un espejo que refleje con extraordinaria fidelidad el escenario actual para alcanzar la excelencia verde en cuatro décadas. Y lo ha encontrado. Es el Plan Local de Indicadores de la Sostenibilidad, un marco de referencia único en España y Europa que nos invita a convertirnos en una urbe compacta, con más espacio para el peatón, el transporte público y la bici, neutra en carbono y autosuficiente. Suena a ficción, pero el hombre que lidera la revolución medioambiental de Gasteiz, el catalán Salvador Rueda, sostiene que no sólo es necesario iniciar esta carrera, sino que estamos "muy bien posicionados" para ganarla.

El Plan de Indicadores, en el que Rueda ha trabajado de la mano de los departamentos municipales de Urbanismo y Medio Ambiente, se apoya en el Plan de Movilidad Sostenible, el Plan de Lucha contra el Cambio Climático y el Plan General de Ordenación Urbana -tanto el actual como el borrador del que regirá el futuro de la ciudad-. Sobre esa base, se establecen los criterios clave para dibujar la Vitoria del año 2050: ocupación del suelo, espacio público y habitabilidad, movilidad y servicios de proximidad, diversidad urbana, metabolismo, espacios verdes y cohesión social. Todos son igualmente importantes, están relacionados y, una vez fusionados, deberían reproducir una urbe ideal para vivir, competitiva y con proyección internacional.

Empecemos por el primer indicador. La radiografía actual muestra una Vitoria que se ha ido deshilachando. La media general de la ciudad es de 200 viviendas por hectárea, pero en el caso de Salburua sólo es de 64 y en Zabalgana de 74,3. Unos valores muy bajos que, por una cuestión de rentabilidad, impiden la conexión perfecta con el centro a través del transporte público o un gran porcentaje de servicios de proximidad. La solución pasa, sobre todo, por la redensificación. "Es un elemento muy positivo", subrayó Rueda, quien también advirtió de la necesidad de "descomprimir" tanto el centro como los barrios de toda la vida con una alta densidad de viviendas -por ejemplo, Coronación- a través de la creación de supermanzanas; esto es, zonas eminentemente peatonales que limitan el tráfico. De momento, ya están en marcha los trabajos para desarrollar la primera en el centro.

Esta estrategia debe ir acompañada necesariamente de una mejora en la habitabilidad del espacio público. Para conseguirla, Rueda insta a aplicar el Plan de Movilidad Sostenible y desarrollar las acciones del Plan de Lucha contra el Cambio Climático. De esta manera, los índices fluctuarán del 27% actual, al 65% en el año 2020 -primer panorama planteado- y al 69% en 2050 -escenario final-. Eso, como media general. Por zonas, "el centro logrará la excelencia, los viejos barrios ganarán mucho y los barrios periféricos continuarán siendo muy dispersos, aunque se pasará del 11% al 50%, así que al menos superaremos los mínimos exigidos", explicó el experto catalán.

Poner fin al abuso del automóvil juega un papel fundamental para mejorar la habitabilidad. En la actualidad, el 33,2% de los desplazamientos se realiza en coche, pero poniendo en marcha las políticas sostenibles anteriormente mencionadas, el Ayuntamiento tratará de que para el año 2020 sólo el 25,3% de los viajes se haga en vehículo particular y, para 2020, uno de cada diez. "La idea es que el coche se use para cuestiones muy puntuales y será posible porque tendremos un sistema de transporte público eficaz, una red de bidegorris que multiplicarán el uso de las dos ruedas y unas sendas urbanas que favorecerán moverse a pie", aseguró Rueda, para luego dar los números.

El viario peatonal, por ejemplo, pasará de ocupar el 38,6% de la superficie de la ciudad al 65% en sólo una década, con lo que se alcanzará el mínimo requerido en criterios de sostenibilidad (que está en un 60%). Volvemos a hablar, por tanto, de la necesidad de desarrollar supermanzanas. Una estrategia que conllevará inevitablemente una mejora del confort acústico. Si ahora el 81% de la población soporta un ruido inferior a 65 decibelios, en una década será el 88% y en el año 2050 el 92%.

Si nos libramos de malos humos y bocinazos, también podremos rebajar nuestra adicción a los derivados del petróleo. El gasto energético del municipio es de 12,09 megawatios por habitante. Un índice alto aunque, con medidas de ahorro y eficiencia, es posible reducirlo en un 20% para 2020 y, lo que es mejor, convertir a Vitoria en una ciudad neutra en carbono en 2050, con un consumo básico (5,32 megawatios por habitante) y una producción de energías renovables con el máximo potencial de aprovechamiento. Además, de la mano del Plan de Lucha contra el Cambio Climático, Gasteiz podrá reducir de forma drástica la emisión de gases de efecto invernadero, al pasar de las 851.224 toneladas anuales de dióxido de carbono que llegan ahora a la atmósfera a 654.674 en diez años y a tan sólo 74.508 en cuatro décadas.

"Copenhague ya ha manifestado su compromiso de ser una ciudad neutra en carbono, y más ciudades del centro y norte de Europa están en ello, pero Vitoria va a ser la primera del Estado y la primera por su tamaño. Y esto es muy importante, porque conlleva generación de empleo, proyección iternacional... Estar en el mapa", subrayó Cuerda, quien también animó al Ayuntamiento a mejorar una de las virtudes innatas de la ciudad. Sus árboles, parques y jardines. "Hay que trabajar para lograr una mayor conectividad de la red, una continuidad". Una tarea en la que el proyecto de redensificación, lejos de perjudicar, ayuda. Quienes tienen miedo de verse rodeados de viviendas han de saber que, según el Plan local de Indicadores de la Sostenibilidad, de los actuales catorce metros cuadrados de verde por habitante se pasará a 16 en 2050. Un alivio si el espejo dice la verdad.