vitoria. La asociación vecinal Uribe Nogales prefiere que el tranvía de Abetxuko se quede como está. O bien que no afecte a las calles principales del barrio. Y, en última instancia, si finalmente cruza las vías La Presa y El Cristo, que llegue también a Los Nogales para dar servicio a todo el pueblo. Sin embargo, ninguna de estas tres alternativas parece que vaya a prosperar. El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria han confirmado que las obras para ampliar el metro ligero, y que llegue al centro de esta zona en una sola vía, ya son una realidad. Por ello, algo más de medio centenar de vecinos se movilizaron ayer en las calles de Abetxuko tras una pancarta en la que se leía No al tranvía por imposición. Transporte para todos.
Se trata ya de la tercera marcha de este tipo desde que el Gobierno Vasco, con el apoyo del PSE en el Ayuntamiento de Vitoria, rescatara el proyecto -en su día paralizado por segunda vez por el Parlamento, puesto que en una primera ocasión, con Alfonso Alonso en la Alcaldía, se frenó por la presión vecinal- para ampliar el metro ligero de Abetxuko. Desde ambas instituciones han destacado que era incomprensible que, en la actualidad, haya que mantener un autobús urbano que acerque a los vecinos del barrio hasta el metro ligero, que sigue a las puertas de esta zona de Vitoria. La asociación vecinal Uribe Nogales, mientras, sostiene que estas obras se deben a la "cabezonería" de los dirigentes.
La portavoz de la entidad, Paquita San Bartolomé, volvió a criticar ayer la "falta de información" que ha acompañado a este proyecto. "Ése es el pecado mortal de nuestro Ayuntamiento. No dan información y, si la dan, no es completa", apuntó en referencia a las dudas surgidas en la tramitación por la falta de un estudio de impacto ambiental. Uribe Nogales incluso no descartó acudir a la vía judicial si esta cuestión "no se arregla".
Además, a pesar de que parte de la calle La Presa está vallada y ha perdido parte de sus espacios para aparcar, los vecinos todavía desconocen si esa afección se debe ya a las obras del tranvía. Un cartel situado en la confluencia entre las calles La Presa y El Cristo así parece indicarlo. En él se anuncia el gasto de más de 4,45 millones en la segunda fase del ramal de Abetxuko. Y, sobre las letras, en spray, una protesta: No al tranvía.
Uribe Nogales critica que las instituciones se hayan empeñado en que el tranvía cruce por la principal calle de Abetxuko, El Cristo, hasta llegar a zona de la iglesia. Lamentan la estrechez de la vía -unas marcas reflejan sobre la acera hasta dónde llegaría el convoy-, el ruido que generará el paso del metro, la eliminación de árboles y, en definitiva, la falta de diálogo.
San Bartolomé destaca que, pese a todos estos peros, si finalmente las obras siguen adelante, la vía debería extenderse hasta la calle Los Nogales "para dar servicio a todo el barrio. De lo contrario, no merece la pena". La comitiva, de hecho, recorrió ayer esta zona en señal de protesta. Y, si finalmente las obras se hacen, la asociación quiere dejar claro que "siempre defendimos los intereses del pueblo".