vitoria. La huelga de funcionarios de Vitoria llega hoy a su noveno día. El definitivo. La presidenta del comité de trabajadores, Begoña Vázquez, se muestra "muy satisfecha" con la respuesta de los empleados municipales a la protesta. Ha sido más de una semana de cierres en centros cívicos, dos obras suspendidas en el Teatro Principal, manifestación en la zona centro, concentraciones y mascarillas en los puestos de trabajo. Esta convocatoria ha afectado, sobre todo, a los centros cívicos y a la oferta cultural. Una propuesta con la que el Comité pretendía precisamente evitar aquello que temía el gabinete Lazcoz: que se paralizara la ciudad. Vázquez explica ahora las razones de la movilización, critica la falta de negociación del equipo de gobierno, valora la reacción de los ciudadanos y confirma que, aunque la huelga llegue a su fin, las protestas aún no han terminado.
Nueve días de huelga llegan a su fin. ¿Cuál es su valoración?
Se han cerrado los centros cívicos durante los fines de semana, ha habido concentraciones todos los días, se ha podido realizar un encierro aunque no fuera donde estaba previsto... Creo que el balance es muy bueno. Hemos cumplido nuestras previsiones y ha participado mucha gente de todos los estamentos municipales. Como no había habido nunca.
Hay una pregunta que se ha formulado con insistencia durante la última semana, sobre todo el gabinete Lazcoz: ¿por qué una huelga ahora?
Motivos hay muchos. Llevamos cuatro años con este equipo de gobierno y ha resultado imposible acordar algo para la plantilla. Pero el detonante de esta reacción fue la decisión de la Junta de Gobierno de julio: apostaron por, además de aplicar los recortes salariales que se han adoptado en casi todas las instituciones, ir un poco más allá y cargarse un artículo del convenio. El del complemento por las bajas. Por eso llevamos desde después del verano con las movilizaciones. Por eso digo que motivos hay muchos, pero objetivo sólo uno: que repongan el convenio tal y como está. No reivindicamos subidas salariales ni nada parecido. Sólo defendemos nuestros derechos.
El gabinete se mostró dispuesto a que ese 5% exigido afectara sólo a las nóminas. ¿No lo veía viable?
Un convenio es un contrato, con unas cláusulas pactadas entre dos partes. Por tanto, si se cambian esas cláusulas debe ser mediante un acuerdo. Pero ellos han decidido ligar estos datos al absentismo, donde ocultan datos. Hablan de que se ha reducido la tasa, pero ahora en el Comité sabemos que, durante el año 2010, un total de 12 trabajadores del Ayuntamiento que estaban de incapacidad temporal terminaron su baja con una invalidez. Y, en lo que llevamos de 2011, van ocho bajas que han terminado en invalidez. Es decir, que pese a que se habla mucho de esa reducción de la mal llamada tasa de absentismo, gran parte se debe a que personas muy enfermas han acabado con una resolución de la Seguridad Social reconociendo su incapacidad permanente. Y, mientras, nadie habla de que la edad medida de este Ayuntamiento ronda los 48 años, o de que contamos con una parte de la plantilla con una carga física importante. Policía, limpieza, oficios, enfermería, educadoras...
¿Tiene constancia de funcionarios que acudieran enfermos a trabajar?
Sí.
¿Qué tipo de casos conoce?
Por ejemplo, gente con problemas de lumbalgia. De todas formas, hay que recordar que cuando un trabajador se encuentra mal, es un facultativo de Osakidetza el que le reconoce y le da la baja. Ya no sabemos a quién criminalizan, si a los trabajadores, a Osakidetza o al sistema.
El alcalde mostró su preocupación por el daño que podía causar la huelga a la imagen de los funcionarios. Y recordó que son trabajadores de una empresa que no puede quebrar. ¿Eso ahonda en la imagen de privilegiados de los funcionarios?
Sí, sí. Este Gobierno se caracteriza por la falta de respeto a la plantilla. Uno de los comentarios del gabinete al conocer la huelga fue Mejor, así me cuadra el Presupuesto. Pretenden ponernos en frente de la ciudadanía, pero nosotros somos trabajadores que, como cualquier otro, pueden defender sus condiciones. Y aquí se habla mucho de la Vitoria verde pero poco de las condiciones con que se trabaja en los jardines.
El Ejecutivo afirma que ésta ha sido una huelga del comité y que muchos trabajadores no la apoyaban.
Si fuese así, en la manifestación del jueves sólo hubiéramos estado los 34 delegados del comité. La huelga se hubiera acabado. Sin la respuesta de los trabajadores, no podríamos haber hecho nada. Y detrás de quienes se movilizan hay muchos otros.
¿Qué reacciones ha pulsado entre la ciudadanía?
La respuesta ha sido buena. El comité ha medido las iniciativas a realizar. No queríamos perjudicar a la ciudadanía, pero sí llamar la atención de lo que se está haciendo.
¿La huelga ha paralizado la ciudad?
No. Tampoco lo buscábamos.
Puestos a movilizarse, ¿no hubiera sido aún más llamativo precisamente paralizar la ciudad?
Ya hemos hecho desde el año pasado varias movilizaciones, y queríamos seguir haciendo cosas diferentes. Valoramos la posibilidad de hacer un llamamiento general a la huelga, pero había otra forma de dar un toque de atención al alcalde sin perjudicar a la ciudadanía. Además, no se podía mantener en el tiempo una paralización total del Ayuntamiento. Hubiera sido una medida puntual, y queríamos algo que Lazcoz no olvidase en un día. Optamos por una tensión más permanente.
Se ha descrito esta protesta como una huelga de ocio y cultura, que no afectaba a servicios básicos. Pero quien se haya quedado con una entrada del Principal en la mano no estará de acuerdo.
A esos usuarios les diríamos que hablasen con el alcalde. Genera extrañeza que, en todos estos días de huelga, no haya habido ni un solo contacto por parte del Ayuntamiento para intentar solucionar este tema. A cada cual hay que reconocerle su mérito y el alcalde ha hecho una cosa bien: poner a toda la plantilla en su contra. A toda.
¿Le molestaría que esta movilización se recordase como la huelga del Principal?
Tiene que ser recordada como aquella huelga que pudo evitarse pero no se evitó.