Vitoria. La piscina cubierta de Mendizorroza ya está por fin lista para su apertura el próximo martes. Los técnicos del Departamento de Deportes han recibido instrucciones de que toda la instalación esté perfectamente acondicionada para la inauguración el día 22, según han confirmado a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. Con este anuncio se corrobora el compromiso del alcalde, Patxi Lazcoz, de estrenar la pileta coincidiendo con el final del invierno.
La Junta de Gobierno Local, integrada por los concejales socialistas, tiene previsto dar hoy luz verde a la puesta en funcionamiento de la nueva piscina. Por su parte, el área de Deportes notificará a las federaciones y clubes interesados que a partir del martes ya pueden utilizar la esperada instalación, cuya construcción se ha demorado meses, debido a los numerosos contratiempos surgidos. Aun así, en las últimas semanas, los trabajadores se han puesto las pilas para concluir la obra en el plazo vaticinado desde diciembre de 2010.
Con la apertura de la pileta se pone fin al ambicioso y polémico proyecto de reforma de Mendizorroza y Gamarra -a falta de unos pequeños remates en este último complejo, por ejemplo, el minicampo de prácticas de golf-. Ambicioso porque sobre el papel se planteaba una transformación total de ambos espacios, con la demolición y posterior construcción de nuevas piscinas, al aire libre y bajo techo, vanguardistas edificios para acoger vestuarios, taquillas, gimnasios y ventanilla de atención al público, acondicionamiento de zonas verdes y nuevas ofertas como el programa Kirol Club. Todo ello con un presupuesto de algo más de 24 millones de euros. Y polémico porque sobre el terreno, el gabinete Lazcoz ha tenido que sortear ciento y una complicaciones y hacer frente a un sobrecoste de 9,4 millones de euros por culpa de "olvidos" en la planificación de la reforma iniciada la pasada legislatura por el gobierno del PP. Un capítulo el del desfase económico que aún no se ha cerrado, ya que tanto la oposición como el gobierno acordaron a finales de febrero encargar un informe que aclare los millones de más que, finalmente, tendrá que pagar el Ayuntamiento.
Moderna instalación Fue en enero de 2007 cuando comenzaron los trabajos para derribar la antigua cubierta. Dos meses después arrancó propiamente la nueva construcción. Entonces, la reforma de Mendizorroza se había adjudicado por algo más de once millones de euros, un presupuesto que, al igual que el comienzo de las obras, hoy parece lejano.
Ahora, la piscina ya cuenta con el permiso de actividad y los perceptivos informes de Industria y Bomberos después de los reajustes que el gobierno municipal ha tenido que acometer esta legislatura, como la estructura de la pileta y el acondicionamiento de la zona exterior, la deshumectación o la escalera de emergencias.
Y aunque, finalmente, la pileta no podrá acoger competiciones de carácter internacional por falta de dinero, los usuarios se encontrarán la próxima semana con una instalación moderna, de dimensiones olímpicas en la que se podrá practicar más de una actividad al mismo tiempo gracias al un tabique móvil que divide espacios.
Ésta es la última pileta cubierta en abrir al público tras el estreno de la cubierta del centro cívico Ibaiondo y anteriormente del polideportivo San Andrés. La instalación viene a completar la red de piscinas que la ciudad oferta y de la que se benefician cerca de 80.000 socios, consagrándose como uno de los equipamientos más demandados. Después de Mendi llegarán las de los centros cívicos de Salburua y Zabalgana.