vitoria. La calle San Prudencio por fin pondrá los pies en el suelo. Con seguridad. Operarios han iniciado un nuevo parcheo en las aceras de esta calle peatonal de Vitoria, que sobre todo en su parte central presenta grietas que se alargan durante varios metros y baldosas rotas. Esta reforma satisface una de las constantes demandas de la asociación vecinal de la zona centro, que había lamentado el estado de ciertas calles comerciales como Postas, Dato o la mencionada San Prudencio, que es una de las más dañadas.
La asociación Erdialde incluso pidió explicaciones antes del verano al equipo de gobierno, a quien advirtió del pésimo estado del suelo en varias de las calles del centro, zona de paso habitual para los turistas y que influyen en "la imagen que los paseantes se llevan de la ciudad", advirtió el portavoz de la entidad, Eduardo Cervera. Entonces pidió una actuación "inmediata" dado el aspecto del entorno -que ha ido agravándose con el paso de los meses-, pero la concejala de Vía Pública, Marian Gutiérrez, señaló que el presupuesto municipal "es el que es", por lo que no se comprometió a nada.
Recientemente, como ya adelantó este rotativo, Erdialde volvió a la carga y solicitó unas mejoras que, por fin, han llegado. Las Brigadas de Acción Inmediata operaban esta semana en San Prudencio, en el tramo que discurre desde el cruce con Dato hacia San Antonio, donde la parte más dañada es la central -que coincide con los sumideros- y las baldosas más cercanas a las arquetas. El objetivo es prolongar esta reparación a lo largo de la vía, puesto que la parte más afectada sigue siendo el área más cercana a Fueros.
Esta actuación, en cualquier caso, solventa por el momento un problema que aún requiere una reflexión en profundidad: ¿cuál es la fórmula para evitar las continuas roturas de baldosas en la zona centro? El debate gira en torno a factores como la elección del material, la carga y descarga o la ejecución de los trabajos. El representante de la asociación de comerciantes Gasteiz On en la zona centro, Alberto Cabos, ya apuntó que "se trata de calles peatonales que, al final, soportan tráfico de vehículos. Hay que dar con la clave en la elección de las baldosas y, luego, ejecutar bien las obras". Por el momento, San Prudencio gana tiempo hasta que se encuentre una solución definitiva. Y otras vías, como Postas, esperan que por fin llegue su turno.