Vitoria. La rotonda de América Latina soporta el tránsito diario de más de 65.000 vehículos, lo que la convierte en el nudo de comunicaciones más importante de la capital alavesa. A la dificultad para circular por esta zona en determinados tramos horarios, pronto se unirá la convivencia de distintas obras estratégicas para la ciudad que avanzan un escenario preocupante para los conductores en materia de movilidad. La construcción del BAI Center ha abierto la veda hace una semana, aunque antes del verano llegará también el turno de la estación de autobuses. Cuestionado ayer al respecto durante la comisión municipal de Urbanismo por Antxon Belakortu, concejal de EA, el Ayuntamiento lanzó un mensaje de tranquilidad asegurando que la situación del tráfico por América Latina, "salvo momentos puntuales", es "admisible" a día de hoy. El concejal de Movilidad, Joaquín Esteban, reconoció que las obras del auditorio van a generar "una cierta afección" sobre el flujo de vehículos que llegan a la rotonda, punto de paso también para el tranvía, pero expresó su confianza en que el impacto no será demasiado considerable. "En estos momentos no existe tal impacto, y tampoco va a existir en un tiempo suficiente", zanjó.

Con todo, el Ayuntamiento ha decidido impulsar una mesa de trabajo permanente para realizar un seguimiento de cómo evoluciona el entorno del BAIC y resolver los problemas de tráfico cuando estos se presenten. La decisión se tomó el pasado 18 de enero durante un encuentro mantenido por la gerencia de Ensanche 21 y varios departamentos municipales. En la mesa tomarán parte también la UTE encargada de poner en marcha el centro internacional y un equipo técnico del Consistorio.

Esteban aprovechó su intervención para lanzar un capote a las empresas encargadas de construir la infraestructura, que lograron una valoración de ocho puntos sobre diez en el concurso público, recordando que en el pliego de condiciones "se establecían medidas para minimizar el impacto de las obras sobre el tráfico". La alta calificación conseguida por Ferrovial, Onaindia y Gesaltza en el proceso de licitación "se tuvo muy en cuenta", remarcó el edil en este sentido.

Las explicaciones de Esteban no complacieron a Belakortu, que animó al equipo de gobierno a "arreglar las cosas antes de que pasen, no cuando pasen", dando por hecho que la afección al tráfico va a ser "importante". Al edil nacionalista le resulta insuficiente la puesta en marcha de la mesa porque, según recordó, el propio estudio de impacto ambiental ya anticipaba que los problemas de tráfico van a ser una constante. "El único plan que tiene es reunirse en una mesa por si hay algún problema, pero ya sabe que los va a haber", advirtió Belakortu.

A su juicio, uno de los principales se va a dar por el obligado corte al tráfico que debido a los trabajos sufrirán varios carriles de la calle Donostia, lo que empujará a numerosos conductores a desviarse hacia América Latina multiplicando así el tránsito de vehículos. "Habrá que ver por dónde metemos y sacamos a la gente de la ciudad en la zona norte, porque sabe que si mete una moto en América Latina aquello se colapsa", advirtió el representante de EA.

Esteban también aludió a las mejoras logradas gracias a la nueva regulación semafórica y a los ajustes manuales que se realizan en la zona para controlar el tráfico para justificar su optimismo. Además, el edil socialista recordó que las obras que desde hace semanas se desarrollan en bulevar de Euskal Herria para ensanchar sus aceras tampoco han generado complicaciones hasta el momento. "Desde Donostia a América Latina está perfectamente señalizado", recordó Esteban, sugiriendo que ésta será la norma a partir de ahora. "Tenemos un análisis global de la situación, pero por si acaso vamos a constituir esta mesa", insistió Esteban.

Cuestionado por la idea de soterrar el tráfico en la zona, rescatada la pasada semana por Lazcoz, el edil de Movilidad consideró "excelente" una propuesta que, en todo caso, llegaría dentro de un largo periodo de tiempo. "Habría que haberla materializado en su día", aseveró.