Vitoria. El gabinete Lazcoz sembró la discordia y ahora recolecta la rebelión. Los mayores de las huertas de Abetxuko afectados por la decisión de fijar en cinco años el límite de uso de estos espacios municipales retoman las protestas ante "el silencio" del equipo de gobierno. Hoy se concentrarán en las parcelas que comenzaron a trabajar en la era de Alfonso Alonso para reiterar públicamente su desacuerdo y, a primeros de mayo, convocarán una asamblea que promete ser la pesadilla de los socialistas. "Pediremos a todos los afectados y a todos sus familiares, y eso son muchísimas personas, el voto para el PP en las elecciones", desveló a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el portavoz del grupo, Manuel Durán.
Los mayores están convencidos de que ya no hay otra forma de conseguir que los criterios de uso de las huertas sigan siendo los del principio para ellos. "Cuando accedí, estuve dos años abonando y sembrando. He comprado un invernadero, he puesto un sistema de riego por goteo... No habría gastado tanto tiempo y dinero si me hubieran dicho que sólo iba a estar cinco años", explicó Durán, quien desveló que ahora ya cuentan con un nuevo aliado: la federación de Vecinos de Vitoria y Álava. "El presidente, Ángel Lamelas, me llamó para mostrarnos su apoyo".
La iniciativa de las huertas, vinculada a la agricultura ecológica, surgió en su día durante la etapa de Alfonso Alonso para brindar una actividad ociosa a la par que enriquecedora a las personas jubiladas del municipio. Entonces, se accedía a las huertas, ubicadas tanto en Olarizu como en Abetxuko, sin límite de tiempo pero por un año renovable. Y así transcurrió el proyecto hasta que el año pasado el Departamento de Medio Ambiente anunció su intención de extender el uso a los jóvenes.
No obstante, tanto para ampliar el uso a adjudicatarios de otras edades como para cubrir la demanda de personas interesadas en cultivar las huertas había que cambiar la normativa. Y, por ello, la concejala socialista de Medio Ambiente, Alba Cañadas, desveló su apuesta por fijar un límite de cinco años, de forma que "todo el mundo tenga las mismas oportunidades". Una determinación que puso en pie de guerra a los veteranos. "Es injusto y, además, nos dijeron que iban a hacer una reunión con el CEA y todavía no nos han informado de nada", criticó Durán. El conflicto se calienta.