vitoria. El proyecto de mural ideado por las hermanas Werckmeister y por un grupo de artistas de Vitoria para la Fundación Zadorra vio ayer la luz en medio de una fiesta en la que los protagonistas fueron los niños de Primaria, que han participado activa y decisivamente en la obra. El mural, ubicado en un huerto ecológico emplazado en el corazón del patio interior del colegio Ramón Bajo, aúna mosaico y pintura para dar vida al gris cemento que hasta ahora asomaba en las paredes.

El huerto ecológico se ha convertido en un aula más para los pequeños, que a partir de ahora podrán disfrutar mucho más de este rincón multicolor. Tal y como explicó Verónica Werckmeister, responsable junto a su hermana Cristina del Itinerario Muralístico de Vitoria, La Ciudad Pintada, en la obra han participado desinteresadamente artistas de toda la ciudad y, por supuesto, los niños de tres, cuatro y cinco años. Éstos, en clase, desarrollaron una actividad consistente en dar color a una serie de bichos que más tarde se convirtieron en mosaico y fueron a parar, como es lógico en los de su especie, al huerto.

Los txikis y sus aitas disfrutaron a primera tarde de ayer de la fiesta de presentación de este original mural y, además de deleitarse con una actuación de txalapartaris, pudieron degustar pizza. Tan ecológica, eso sí, como el huerto.