Vitoria. El soterramiento está llamado a marcar un antes y un después en el urbanismo de Vitoria. Una transformación sin precedentes. El proyecto de los 476 millones -que ya son 511- ha pasado de utopía a cercana realidad, tras la creación en diciembre de la sociedad Alta Velocidad Vitoria-Gasteizko Abiadura Handia, que precisamente anunció su primera reunión para este mes. Y, conforme se dan nuevos pasos, se concreta algo más cómo afectará la obra a la ciudad. El alcalde, Patxi Lazcoz, ya confirmó hace una semana que, en mayor o menor medida, el soterramiento de las vías por el eje de Lakua afectará a la parcela que en la actualidad ocupan el colegio Pío Baroja y la DYA. Un anuncio que no ha pasado desapercibido.

La asociación de vecinos Gure Auzune, de El Pilar, exige al Consistorio que "no se toque" el centro educativo. Y se dirige directamente al alcalde puesto que una de las sugerencias municipales para la futura estación ferroviaria es que el acceso se realice por esta parte de Juan de Garay y no desde el parque de Arriaga. Los ciudadanos de este barrio temen los problemas de seguridad que puede acarrear la instalación del acceso y, también, cómo afectaría el recinto a un colegio donde "los vecinos no queremos que se hagan historias. No queremos que desaparezca". Desde Gure Auzune valoran, sobre todo, el empleo que los jóvenes por ejemplo realizan del polideportivo, una labor donde se ha implicado la propia asociación vecinal con la coordinación del uso del complejo en horario extraescolar.

Esta posición, que los vecinos ya trasladaron a Lazcoz en una reunión anterior en el barrio, contrasta con el anuncio del alcalde. El primer edil, por cierto, se refirió en varias ocasiones al colegio como "el antiguo" Pío Baroja, un complejo que en la actualidad utilizan alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas "en unas condiciones poco edificantes". Tras el anuncio precisamente de la adecuación del colegio Ruiz de Garibay como nueva sede idiomática, surgió la pregunta de qué ocurrirá con Pío Baroja. En este sentido, Lazcoz adelantó que "seguramente" se verá afectado por la operación del soterramiento. El grado de impacto dependerá de si desde Madrid aceptan situar la entrada a la futura estación ferroviaria por esta zona. En cualquiera de los dos casos, "parte" de la zona se vería afectada.

la dya, ¿otro traslado? La posibilidad de que la intermodal afectara a esta zona de Juan de Garay se rumoreó desde el principio, sobre todo a raíz de la propuesta del grupo municipal del PNV para ubicar en esta parcela su proyecto Geltokia. La DYA, asentada en una propiedad municipal antaño ocupada por una guardería, se vio desde el primer momento en todas las quinielas para hacer un nuevo traslado, al igual que le tocó en su día con las obras de la plaza de toros. El presidente de la DYA en Álava, Javier de Miguel, acuñó entonces una frase que ahora mantiene: "Parecemos titiriteros". Siempre con las maletas a cuestas.

El representante de la asociación de ayuda en carretera del territorio solicitará una reunión con el propio alcalde para conocer más información del proyecto, ya que hasta ahora no les han comunicado ningún avance y tampoco quieren seguir a la espera. En 2010 les aseguraron que, al menos en cinco años, las obras no les afectarían. Pero, ante la posibilidad de un nuevo traslado, la DYA prefiere que sea ya el definitivo. En este caso, piden un local con buenas conexiones por carretera, con la dimensión necesaria para albergar sus siete vehículos actuales y, en la medida de lo posible, que sea suyo. La entidad, de hecho, no vería con malos ojos la posibilidad de adquirir una sede si recibe ayuda institucional.

Tanto la DYA como los vecinos de El Pilar aguardan con interés cualquier novedad en torno al soterramiento. En su caso, no tanto por qué supondrá para la ciudad sino por cómo afectará a su día a día. El gran proyecto de Vitoria sólo empieza a cobrar forma pero ya se anticipan sus efectos en la zona donde tendrá que abrirse paso.