Vitoria. El proyecto de redensificación de los nuevos barrios -construcción de más viviendas de las previstas inicialmente- ha abierto una brecha en el pacto de la vivienda que hasta ahora han mantenido todos los partidos en el Ayuntamiento, si bien es cierto que en materia de edificación de VPO, en Vitoria ya está casi todo el bacalao vendido tras una década vertiginosa en la que se han levantado miles de pisos en Lakua, Salburua y Zabalgana.

Precisamente, la necesidad -según el gobierno socialista- de llenar los huecos vacíos en estos dos últimos distritos es lo que ha propiciado el proyecto de redensificación al que ahora da la espalda el PP, vinculando la construcción de nuevas viviendas a la falta de equipamientos en Salburua y Zabalgana. Aun así, el Ayuntamiento, con los votos en contra de los populares, dará hoy luz verde a la edificación de 12.508 nuevos pisos, 8.500 en Salburua y 4.000 en Zabalgana. En total, 3.700 casas menos de las que en un primer momento anunció el gabinete de Patxi Lazcoz. Una propuesta que rápidamente tuvo que suavizar al ver que los vecinos de ambos barrios se le echaban encima.

Y es que, pocos ciudadanos están por la labor de que les levanten un nuevo bloque frente a su casa donde antes iba un colegio, una residencia o una zona verde. Pese a ello, el Ayuntamiento considera que el urbanismo de Vitoria debe ser más compacto, con calles más cohesionadas y menos espacios vacíos, para evitar los mismos errores que, por ejemplo, se cometieron en Lakua. La otra razón es, por supuesto, económica.

Las primeras casas de la redensificación, a las que hoy se dará el visto bueno en la Comisión de Urbanismo, modificando el Plan General, estarán ubicadas en los sectores Borinbizkarra y Elejalde, de Zabalgana, y en Arkayate, Larrein y Olaran, de Salburua.

El portavoz popular, Javier Maroto, ya dejó claro ayer que votará en contra porque, "tal y como Lazcoz está planteando este proceso urbanístico deja sin equipamientos a Salburua y Zabalgana", señaló recordando los 50 millones de Ensanche 21 que han ido a parar al auditorio. "Un barrio, además de sostenible tiene que ser habitable", sostiene, al tiempo que censura que la redensificación sólo prevé más viviendas, sin tener en cuenta las necesidades que los barrios tienen de otros servicios. Críticas que Maroto realizó en Zabalgana, en una parcela de avenida de las Naciones Unidas, junto a un solar donde había previsto construir equipamientos y, finalmente, se van a edificar bloques de pisos.